La posición arraigada de China como un país de bienes de bajo costo producidos a base de bajos salarios parece estar cambiando debido al drástico incremento general de salarios.

La OIT publica el Informe Mundial sobre Salarios 2012/13

Los salarios* en China se han más que triplicado entre 2000 y 2010, dando origen a especulaciones sobre si la era del trabajo barato en China ha llegado a su fin.

Las cifras se refieren sobre todo a las empresas propiedad del Estado, conocidas como unidades urbanas, pero estudios independientes muestran que los salarios en las pequeñas y medianas empresas privadas también están aumentando drásticamente, aunque los niveles de remuneración son inferiores a los del sector público.

“Los salarios en las unidades urbanas incrementaron en promedio a tasas anuales de dos dígitos durante toda la década”, afirmó Sangheon Lee, uno de los autores del Informe Mundial sobre Salarios 2012/13 de la OIT.

“Los aumentos salariales son para todos por igual, desde las personas que trabajan en los restaurantes hasta los empleados de oficina. Los salarios más altos se encuentran en los sectores financieros y en los que son propiedad del Estado, donde los empleados perciben salarios muy altos”.

Transformación económica

El rápido crecimiento de los salarios indica un cambio en las políticas del Gobierno a fin de crear una economía más equilibrada y sostenible que dependa menos de las exportaciones.

“La crisis en Europa parece estar penetrando en China también, y está suscitando preocupaciones. Se trata de encontrar el equilibrio correcto entre exportaciones y consumo interno. Si se basa todo en las exportaciones, existe un riesgo”, explicó Lee.

El plan quinquenal del Gobierno hasta 2015 apunta a duplicar el ingreso salarial como parte de la estrategia para restablecer el equilibrio en la economía. Desde 2012, también ha habido aumentos salariales regulares todo el país, orientados a los que ganan salarios más bajos.

También han intervenido otros factores, como la enorme demanda de trabajadores calificados y no calificados, así como los cambios demográficos. La política de un hijo único de China conducirá a una reducción de la fuerza laboral para 2015, lo cual a su vez incrementará la demanda, la competencia y los salarios de los trabajadores.

Las medidas de estímulo del Gobierno dirigidas a las zonas rurales y la abolición del impuesto sobre la agricultura también han producido un incremento salarial, aunque la diferencia entre el salario de los trabajadores rurales y urbanos, si bien está disminuyendo, aún persiste.

Desface salarial

Si bien en China los salarios están creciendo con rapidez, la base inicial era muy baja y por lo tanto los ingresos de los trabajadores aún permanecen rezagados en relación a los de los países desarrollados.

Por ejemplo, en 2010, los salarios mensuales promedio en Estados Unidos eran de alrededor de 3.300 dólares. En China, los salarios variaban desde 250 dólares en el sector privado a 440 en las empresas públicas. Si estas cifras se ajustan considerando el menor costo de la vida en China, representan el equivalente de entre 400 y 700 dólares mensuales.

Es probable que los salarios más altos signifiquen productos más caros pero, como los consumidores chinos tienen cada vez un mayor poder adquisitivo, los inversionistas extranjeros han comenzado a ver en China uno de los mayores mercados del mundo.

También es probable que el resto de la región experimente el impacto de China en términos de productos más caros y salarios más altos, señaló el analista principal de políticas de la OIT Chang-Hee Lee.

“Si algunas empresas, en búsqueda de producción a bajo costo, se van de China sería una oportunidad para los países menos avanzados de la región. Esperamos que la relocalización de las fábricas a países menos caros incremente los salarios de los trabajadores en esos países, pero esto puede no suceder si las instituciones del mercado laboral no están establecidas”, agregó.

Al mismo tiempo, algunas marcas importantes han comenzado a instalar fábricas en China, lo cual muestra que son varios los factores que cuentan a la hora de decidir dónde invertir.

Aunque la transformación económica ha beneficiado a muchas personas, existen preocupaciones sobre el aumento de las diferencias de ingresos entre diversos sectores económicos; entre el sector público y el privado; dentro del sector industrial, y entre las comunidades migrantes y urbanas.

“Antes de las reformas, los salarios eran bajos para todos por igual”, dijo Lee. “Con el crecimiento económico, algunos se han beneficiado más que otros”.

* Los salarios ajustados a la inflación, también conocidos como salarios promedio reales.

(fuente: OIT)