El beneficio neto de Endesa ha ascendido a 400 millones de euros en el primer trimestre del presente ejercicio y el beneficio neto por acción ha sido de 0,38 euros.

Si se compara el beneficio neto de enero-marzo de 2004 con el del mismo período de 2003 en términos homogéneos, es decir, sin considerar los resultados extraordinarios en ambos períodos, el primero registra un crecimiento del 74,7%.

Por lo que se refiere a los principales datos físicos de Endesa en enero-marzo de 2004, su generación total de electricidad en el conjunto de los mercados en los que opera ha ascendido a 44.300 GWh, con un crecimiento del 12,8% respecto del mismo período del año anterior, y las ventas de electricidad se han situado en 43.300 GWh, con un crecimiento del 7,4% respecto de enero-marzo de 2003.

Todos los negocios de esta empresa han registrado beneficios netos en el primer trimestre del presente año. El del negocio eléctrico español ha ascendido a 286 millones de euros, el del negocio eléctrico iberoamericano a 24 millones, el del negocio eléctrico en Europa a 45 millones y el de los otros negocios también a 45 millones.

A su vez, el resultado de las actividades ordinarias ha crecido un 24,8% en el primer trimestre de 2004, situándose en 736 millones de euros, lo que refleja la elevada calidad de los beneficios de la Compañía.

Por su parte, el resultado de explotación del primer trimestre de 2004 ha ascendido a 1.024 millones de euros, con un incremento del 18,5% respecto del mismo período de 2003.

El apalancamiento financiero de la compañía a 31 de marzo de 2004 se ha mantenido estable, situándose en el 125,3%, frente al 125,5% que registraba a 31 de diciembre de 2003, lo que representa una mejora de 0,2 puntos. Este comportamiento se halla en línea con el objetivo de reducción del apalancamiento incluido en el Plan Estratégico 2004-2008 de Endesa.

La deuda neta, a 31 de marzo de 2004, se ha situado en 17.896 millones de euros. El 92% de la misma corresponde a tipo fijo o protegido, eliminando así los riesgos asociados a las posibles subidas de los tipos de interés que pudieran producirse en los próximos años.