El año recién finalizado ha coincidido prácticamente con el primer año de gobierno del Partido Popular, doce meses que podríamos resumir con tres palabras: mentira, ruina e injusticia. Este gobierno ha sido, sin duda, el que en menos tiempo más compromisos y promesas ha incumplido, más ha empobrecido a la mayoría social de este país y más medidas injustas ha tomado en beneficio siempre de una minoría poderosa. El que en menos tiempo más daño ha provocado a nuestra democracia. También ha sido el año de la implantación y desarrollo de un extenso programa ideológico de la derecha económica y política, ejecutado con convicción por el presidente Rajoy y su gobierno, que ha afectado a todos los derechos y logros que conforman nuestro Modelo Social.

Bajo la excusa de que es la única alternativa, y amparado en las exigencias europeas y de los mercados, el presidente Rajoy ha desplegado todo el ideario de la derecha más arcaica y las recetas del neoliberalismo salvaje. La reforma laboral, el recorte de las pensiones, las nuevas tasas judiciales, la privatización de los servicios públicos, una educación adoctrinadora, el rescate de los bancos, la subida de impuestos de un modo no progresivo, el recorte de las inversiones productivas y en I+D+i, la regresión en el Modelo Autonómico y el autogobierno de las comunidades, la radicalización de las actuaciones policiales frente a las protestas de la ciudadanía, la amnistía fiscal para defraudadores, y un largo etcétera de políticas y medidas que pretenden eliminar derechos laborales y sociales y desmontar el Estado del Bienestar para dejarlo en manos de los intereses privados.

Todo ello aplicado por el gobierno con engaños y mentiras, tomando decisiones que el día anterior negaba sin rubor que fuera a tomar. Doce meses que han puesto en jaque a nuestra democracia. Mentira, ruina e injusticia que han sido respondidas por la sociedad con la rebeldía.

Porque cuando a las personas se les deja sin nada, cuando lo pierden todo, también pierden el miedo. En 2012 la ciudadanía de este país lo ha perdido, se ha movilizado continuamente, ha tomado las calles y se ha rebelado contra tantas mentiras y agresiones a sus derechos. Y al frente de esta sociedad movilizada hemos estado los sindicatos de clase, liderando ese movimiento de defensa de los derechos sociales y laborales y denunciando el enorme fraude democrático del gobierno del PP.

Nuestro sindicato ha convocado cientos de movilizaciones y acciones de protesta en todos los sectores afectados por los recortes y ante todas y cada una de las agresiones a algún derecho, acciones para defender nuestro Modelo Social y la democracia, y ha logrado sumar a la sociedad civil organizada del país y de Andalucía. Un año de movilización continua que ha tenido como máximo exponente dos huelgas generales, la presentación de dos Iniciativas Legislativas Populares y la exigencia de un referéndum para que los ciudadanos y ciudadanas opinen sobre las políticas que el gobierno está aplicando y que no figuraban en su programa electoral.

Ha sido un año duro para la mayoría social de España, mucho más para la ciudadanía andaluza, que ha visto cómo el gobierno del PP ha aplicado un programa de discriminación continuada sobre Andalucía como castigo por los resultados electorales del pasado 25 de marzo. Los populares pensaban completar su mapa azul de España pero sufrieron el revés de una ciudadanía que no avalaba ni se fiaba de las políticas de recortes y neoliberales que ya estaba aplicando en el gobierno central.

Cuando a la mentira, a la ruina y a la injusticia se le enfrenta la rebeldía y la unidad, se está haciendo una apuesta de futuro que genera esperanza. Esa es la apuesta de CCOO para 2013, la de mantener una actitud de rebeldía frente a los ataques contra nuestros derechos, sumar a toda la ciudadanía en ese frente común de defensa de nuestro Modelo Social y obligar al gobierno del PP a dar un giro en sus políticas hacia otras que generen crecimiento económico y empleo sin sacrificar los servicios públicos, la protección social, la cohesión y la igualdad entre las personas. Movilización y propuestas, presión en las calles y las empresas pero también acuerdos, esa será la apuesta de este sindicato para 2013, la de seguir defendiendo que hay otra manera de salir de la crisis más justa y reforzar nuestra democracia.

En Andalucía seguiremos reclamando al gobierno de la Junta que se muestre inflexible en la defensa del autogobierno y en el desarrollo completo del Estatuto de Autonomía en igualdad con otras comunidades autónomas. Y por supuesto, que exprese en su acción política el claro mandato que los andaluces y andaluzas le dimos mayoritariamente en las urnas: debe gobernar de manera distinta, demostrando que otras políticas son posibles y garantizando los derechos sociales y laborales en Andalucía.

Siempre repito una frase que define a la perfección a la gente de CCOO: “Aunque los tiempos sean oscuros, en Comisiones tenemos una pasión infinita por la luz”. La llama que provoca esa luz no es otra que la rebeldía y la dignidad, con ellas iluminaremos el año que ahora comienza.

Francisco Carbonero Cantador, secretario general de CCOO de Andalucía