La crisis actual se está demostrando pertinaz. Tan obstinada como la aplicación de determinadas políticas para atajarla. Políticas que no solo no han demostrado ser eficaces sino que están agravando los desequilibrios, provocando unos niveles de desempleo que parecen no tener techo y reduciendo los niveles de bienestar social alcanzados con mucho trabajo a lo largo de las pasadas décadas. El fundamentalismo en la aplicación de políticas ultraliberales está demostrado en la práctica una doble incapacidad. Por un lado, no resuelve los problemas económicos y por otro, tampoco los sociales. Más bien, los está agravando. Ante ello se hace necesaria no solo una revisión en profundidad de las políticas seguidas hasta ahora sino, incluso, del modelo económico de crecimiento que se viene propugnando.

Antonio Romero
Antonio Romero

Al respecto, la Economía Social andaluza reivindica un modelo económico más equilibrado y con valores sociales que potencien el desarrollo humano y la sostenibilidad, poniendo todo el énfasis en las personas y en la satisfacción de las necesidades sociales. Un modelo económico socialmente responsable para el que la Economía Social puede ser referente al tener los ingredientes necesarios. Sus empresas combinan criterios de rentabilidad y eficacia empresarial con criterios de solidaridad y responsabilidad social al actuar allá donde se precisa una solución a problemas de empleo, necesidades de las personas, desarrollo económico, integración de colectivos en exclusión o de acceso a cualquier parcela del estado de bienestar influyendo en la construcción de una sociedad más justa. Este es el modelo que CEPES-A, en representación del sector, viene defendiendo.

A lo largo del ejercicio las actividades de CEPES-A, sin perder el rumbo hacia un modelo social y económico más justo, han estado mediatizadas por las actuales circunstancias económicas y sociales. Como consecuencia de ello la defensa del empleo ha sido una de las principales preocupaciones y ha centrado muchas de sus acciones, algunas con amplia significación. Así, el congreso sobre cooperativismo organizado por CEPES-A con motivo del Año Internacional de las cooperativas, celebrado a finales del mes de Febrero y al que asistieron más de mil cooperativistas y emprendedores, puso de manifiesto no solo el poder de convocatoria del sector sino, también, la fortaleza de un tejido empresarial cada día más respetado y valorado por la sociedad andaluza. La divulgación de las distintas fórmulas empresariales de Economía Social y su traducción práctica en cuanto a creación de empresas y empleo ha sido una de las consecuencias directas. Por otra parte, desde la representación de la Economía Social andaluza, se ha protagonizado otras muchas acciones que buscaban el interés común de la sociedad. De entre éstas destaca el desarrollo del III Pacto andaluz por la Economía Social, que entró en vigor ahora hace un año, y que posibilitará, al igual que ediciones anteriores, un programa de creación de nuevas empresas y, consecuentemente, de empleo.

La formación, junto al empleo, ha continuado siendo una de las prioridades. Las actividades desarrolladas por la Fundación Escuela andaluza de Economía Social, los convenios y las actividades celebradas en conjunción con las universidades han estado encaminadas a profundizar en el conocimiento profesional teórico y práctico. Otro de los fundamentos de la actividad ha sido la internacionalización de la actividad productiva unido al fomento de la investigación y la creatividad, enfatizada por CEPES-A a través de la Fundación Innoves. No obstante, no se puede negar que el presente ejercicio ha sido difícil. A la Economía Social andaluza, a pesar de haber logrado prácticamente mantener el tejido productivo y crear empleo algún trimestre del año, la crisis le ha afectado. Las restricciones financieras, la contracción en el consumo, el incremento de la morosidad, incluso los recortes en las prestaciones sociales y otras circunstancias aparejadas han repercutido en sus empresas. Pero siempre la Economía Social ha salido fortalecida de coyunturas como la actual. De hecho, en no pocas ocasiones, han sido el resultado de la respuesta de los propios trabajadores a una situación de crisis.

Antonio Romero, presidente de CEPES Andalucía