Por Juan Rodríguez García
Profesor de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales y Administración Pública de Jerez
(Universidad de Cádiz)

La ampliación de la Unión Europea (UE) a diez nuevos miembros, denominados PECOs (Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Chipre y Malta), a partir del 1 de mayo de 2004, a diferencia de la última ampliación que admitió a Austria, Finlandia y Suecia, tendrá mayores y más complejas consecuencias debido al número de candidatos, su peso en términos de población, territorio y Producto Interior Bruto (PIB), la distancia que los separa de la media comunitaria en término de renta, desarrollo, estructura productiva y costes de mano de obra, además de sus peculiaridades circunstancias sociopolíticas. Sus efectos se dejarán sentir en el ámbito político (creación de una Constitución europea), institucional (nuevas estructuras de gobierno) y económico (reforma de los presupuestos comunitarios y su asignación).

Por esto, surge la pregunta sobre cuál será su impacto en la economía andaluza y, en concreto, en los fondos europeos (Fondos Estructurales y de Cohesión) que recibe Andalucía. La incorporación de los países ibéricos a la entonces Comunidad Europea, en 1986, trajo a primer plano la cuestión de las diferencias regionales en el seno de la Unión, conformando en mayor medida la Política Regional comunitaria en los últimos diecisiete años. La ampliación prevista supondrá igualmente un apreciable giro de una de las políticas que mayor identidad propia ha adquirido con el paso del tiempo.

Las ayudas de la Política Regional de la UE hacia las regiones menos desarrolladas se instrumentan mediante el denominado Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER, creado en 1975), el Fondo Social Europeo (FSE, creado en 1960), el Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA, creado en 1962) en su sección Orientación, el Fondo de Cohesión (FC, creado en 1993), las Iniciativas Comunitarias(IC) y el Instrumento de Financiación de Operaciones Pesqueras (IFOP, creado en 1994).

La ampliación de 1986 supuso un reforzamiento de los Fondos Estructurales y, por lo tanto, la generalización de las ayudas a las regiones menos favorecidas de Irlanda, Grecia, Portugal y España. Andalucía ha sido una de las regiones que más fondos ha recibido de la Política Regional de la UE, ya que ésta está catalogada de región Objetivo nº 1 y se distingue porque su renta per-cápita es inferior al 75 % de la renta media comunitaria. Andalucía es la región más favorecida dentro del conjunto de regiones españolas Objetivo nº 1.

En el ámbito regional la ampliación de la UE a 25 miembros constituirá un desafío sin precedente para la competitividad y la cohesión interna de la Unión. Varios factores tendrán que tenerse en cuenta a la hora de diseñar la futura Política Regional a aplicar a partir del periodo 2007-2013. La ampliación va a plantear tres grandes desafíos a dicha política: a) Un aumento sin precedentes de las disparidades económicas de la UE de 25 países. La diferencia entre el 10 % de la población de las regiones más prósperas y el 10 % de la población de las regiones menos prósperas será de más del doble en relación con la situación actual de la UE de 15 países; b) Un desplazamiento geográfico de las disparidades. En la UE de 25 países, 116 millones de personas (representa el 25 % de la población total) vivirá en regiones donde el PIB per cápita es inferior al 75 % de la media de la UE (regiones objetivo nº 1), mientras que en la UE actual, de 15 países, esa cifra es de 68 millones de personas, lo que supone el 18 % de la población total y c) La situación del empleo tenderá a empeorar. Será necesario crear tres millones de puestos de trabajo para equiparar la tasa media de empleo de los nuevos Estados miembros a la del resto de la UE debido a la disminución de la tasa de empleo y a una tasa de desempleo juvenil y de larga duración más elevada. En la UE ampliada, seguirá habiendo diferencias apreciables en materia de empleo en función de la edad, del sexo y del nivel de cualificación y capacidad.

El Segundo Informe intermedio sobre la Cohesión Económica y Social, elaborado por la Comisión Europea, señala que en una UE ampliada a 25 miembros se pueden distinguir tres grupo de países atendiendo a su PIB per-cápita: a) Un primer grupo de países que incluye los 8 países candidatos a la adhesión (el 21 % de la población de la UE de 25 países) con la renta per-cápita más baja, con una media inferior al 42 % de la media de la UE de 25 y con índices comprendidos entre el 65 % de la República Checa y el 37 % de Letonia; b) En el segundo grupo, la renta per-cápita (13 % de la población de la UE de 25) oscila entre el 71 % de la media de la UE que posee Grecia y el 92 % de España; este grupo incluye dos países candidatos a la adhesión, Eslovenia y Chipre, así como Portugal y c) En el tercer grupo se integran los demás Estados miembros actuales, con una renta de al menos un 11 % superior a la media de la UE de 25 (un 115 % del PIB per-cápita de la media comunitaria ) y representa casi el 66 % de la población de la UE de 25.países.

Creemos que las repercusiones que la ampliación tendrá sobre las regiones española y ,en especial, sobre Andalucía desde el punto de vista de la Política Regional y de las ayudas que se reciben serán que debido al denominado “efecto estadístico”, es decir, a la disminución de la renta en la UE como consecuencia de la integración de los PECOs, se producirá una disminución significativa de las ayudas. Ello producirá que la mayoría de las regiones españolas Objetivos nº 1 en la actualidad dejen de recibir los fondos estructurales y los de cohesión a partir de 2007, una vez concluido el actual periodo de programación de dichos fondos. Sólo tres regiones (Andalucía, Extremadura y Galicia) recibirán ayudas en el periodo 2007-2013 ya que seguirán siendo regiones Objetivos nº 1. Todo ello, modificará sensiblemente el saldo fiscal positivo de alrededor de 8.000-8.5000 millones de euro (en torno al 1,5 % del PIB) de España con respecto a la UE a favor de los nuevos países que se integran. Pues bien, la ampliación modifica la posición relativa de España, que mejora su situación respecto a la media, y al mismo tiempo se incorpora nuevos países que tienen una posición relativa peor.

Es previsible que la Comisión Europea se replantee para el periodo 2007-2013 la redistribución de los fondos estructurales y los de cohesión hacia las regiones de los nuevos países que se integrarán a partir de 2004, ya que la inmensa mayoría de estas regiones reúnen los requisitos para ser clasificadas como región Objetivo nº 1. Así mismo es previsible que Andalucía, a partir de 2007, reciba menos ayudas como consecuencia del aumento de las disparidades socioeconómicas que produzca la ampliación de la UE a 25 miembros y por las limitaciones que se imponen al aumento del gasto presupuestario en la UE como consecuencia de los Pactos de Estabilidad Presupuestaria fijado por cada Estado, así como por los límites impuestos por la Comisión Europea al presupuesto comunitario del 1,27 % del PNB en la vertiente de los ingresos y del 1,12 % en la del gasto.