Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, ha manifestado a José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, el firme compromiso del Gobierno español con las instituciones comunitarias en unos momentos difíciles para el proceso de integración europea. También le ha manifestado la “apuesta irrenunciable del Gobierno de España, y pienso que de la mayoría de la sociedad española, por el euro”, y le ha explicado los ejes de la política económica española.

El presidente ha reconocido que atravesamos una situación muy difícil “que obliga a tomar decisiones difíciles”. Según ha declarado, España cree que hay que hacer todo a la vez y abordar simultáneamente los cuatro pilares de la actuación económica del Gobierno: la consolidación fiscal, las reformas, la garantía de liquidez y las medidas para ir resolviendo problemas concretos en sintonía con Europa.

En este sentido, ha explicado que España se ha adelantado, pues “cuando todavía no se ha aprobado el tratado de la UE ya lo tenemos en la Constitución; hemos aprobado la ley de desarrollo el viernes, la reforma laboral la vamos a aprobar en febrero, y la semana que entra aprobaremos el plan de restructuración del sistema financiero”. El objetivo, según palabras del presidente del Gobierno, es “salir de la crisis y fijar bases de cara al futuro que supongan crecimiento y creación de empleo”.