La industria farmacéutica se transforma. Busca fórmulas para recuperar la salud y sobreponerse a la crisis, al cambio de modelo empresarial y a las medidas de contención del gasto farmacéutico. A pesar de la coyuntura actual, el farmacéutico seguirá siendo uno de los sectores económicos más importantes del mundo. Según el informe ‘Pharma 2020: from vision to decision elaborado por PwC, los principales avances científicos y tecnológicos, junto a los cambios socio-demográficos y la demanda cada vez mayor de medicamentos, revitalizarán la industria farmacéutica en la próxima década. De esta manera, sevaticina una nueva era dorada en el sector, en la que la demanda de fármacos podría crecer un 40 por ciento, hasta 1.6 billones de dólares en todo el mundo en 2020.

El estudio pone de manifiesto que los problemas financieros en las economías de Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España han tenido un impacto significativo en la industria farmacéutica. De hecho, ya en 2011 registró una caída de ingresos de 7.000 millones de euros en estos cinco países de la Unión Europea, cerrando el ejercicio con unas ventas de 81.300 millones de dólares. En 2020, las farmacéuticas de los cinco países, en conjunto, sumarán aproximadamente 65.400 millones.

En el corto plazo, los ingresos del sector continuarán esta tendencia a la baja. Irlanda es el único que incrementará sus ventas. En España, además, los recortes sanitarios y la implantación del copago están contrayendo de forma notable el tamaño del mercado, tanto en ingresos como en unidades dispensadas. Para 2020, en comparación al periodo 2011, las farmacéuticas españolas experimentarán una caída de sus ventas de 8.800 millones en dólares.

Las economías emergentes, por contra, verán un crecimiento de la demanda de medicamentos. Sólo Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica representarán en 2020 el 33% del PIB mundial en términos de paridad de poder adquisitivo (PPP), frente al 25% que se registraba en 2009. La venta de medicamentos en estos mercados supuso en 2011 unos 205.000 millones de dólares. En 2020, se prevé que este mercado se duplique, alcanzando los 499.000 millones. No obstante, a pesar del potencial de los países emergentes, las compañías farmacéuticas deberán prestar atención a una serie de dificultades y estudiar si es viable la inversión. Entre otros retos, deberán de hacer frente a la diversidad cultural, a la inestabilidad política, a la infraestructura todavía subdesarrollada, a sistemas fragmentados de distribución y a la falta de regulación.

El informe ‘Pharma 2020: from vision to decision’ explica, además, cómo la industria deberá hacer frente a la inevitable transición del sector, para llegar a 2020 en las mejores condiciones posibles, para sacar rendimiento de los cambios actuales y los que se avecinan.

Las compañías farmacéuticas deberán cambiar el enfoque. Hasta ahora, la industria no ha puesto demasiada atención para entender mejor las enfermedades menos frecuentes, ni ha cambiado la forma en que los nuevos productos llegan al mercado. Según el estudio de PwC, el 94 por ciento de las compañías farmacéuticas dicen que ya están invirtiendo en medicina personalizada.

Además, las empresas deberán ser más colaborativas. Uno de los puntos fuertes de la Industria Farmacéutica siempre ha sido su capacidad de innovar. En este sentido, el intercambio abierto de información a través de una plataforma tecnológica común será el camino para descubrir nuevos fármacos curativos.

Para Rafael Rodríguez, socio responsable de Pharma de PwC, “el estilo de gestión actual ya no sirve. Cada compañía tendrá que crear valor real para todos los actores que participan en el sector, y, en especial, para el paciente. De esta manera, la industria farmacéutica necesariamente se especializará; es decir, será más selectiva a la hora de investigar, para desarrollar medicamentos más personalizados.”