El éxito de taquilla y espectadores de la nueva ‘torrentada’ en nuestro cine patrio, ha coincidido con los datos del ICAA, (Instituto de Cinematografía y las Artes Audiovisuales) del Ministerio de Cultura. Santiago Segura y su personaje Torrente, detective sucio, casposo, lenguaraz, salido, corrupto y maleducado, ahora en 3D, consiguió 8,5 millones de euros el primer fin de semana de estreno, cuando el valor de la película ascendía a un coste de 10 millones de euros. Compensado rápidamente unos pocos días más tarde alcanzando los 15 millones recaudatorios.

Mientras nuestras películas perdían 4,5 millones de espectadores y recaudaban 80 millones de euros, 24 menos que el periodo anterior. Siendo el total de recaudación de 662,3 millones. El cine extranjero nos barre, como es habitual, sumando 16 millones más respecto al año anterior (582 frente a 566). Parece pues, que nuestros espectadores están cansados de los contenidos que se le ofrecen de las producciones nacionales, de ahí lo inusitado de la saga Torrente.

Veamos las películas más rentables. ‘Avatar’ es la primera, con 50,4 millones de euros y más de 6 millones de espectadores; seguida de ‘Toy Story’, 24,8 millones de euros y 3,5 millones de espectadores y ‘Alicia en el País de las Maravillas’, 22,7 millones de euros y 2,8 millones de espectadores. Por supuesto ninguna española. Entre las nuestras, ‘Tres metros sobre el cielo’, 8,4 millones de euros y 1,3 millones de espectadores; ‘Los Ojos de Julia’, 6,8 millones de euros y 1 millón de espectadores y ‘Que se mueran los feos’, 6,7 millones de euros y 1,1 millones de espectadores. Si lo miramos por nacionalidades del 1 de enero a 31 de diciembre de 2010, nos encontramos que los EEUU obtuvieron más de 70 millones de espectadores para 592 largometrajes y algo más de 466 millones de recaudación; el Reino Unido más de 12 millones de espectadores para sus 106 films y una recaudación de casi 82 millones de euros; en tercer lugar nuestro país con una cifra similar al Reino Unido de espectadores, 367 películas y algo más de 80 millones de recaudación. Creo que las cifras son claras sobre nuestra debilidad: un número similar de espectadores y recaudación que los ingleses, pero más del triple de películas producidas (¿?).

Antes del fenómeno Torrente, del 28 de febrero al 6 de marzo de este año, en las 20 cintas más vistas, entre las 11 primeras figuran 10 estadounidenses y 1 del Reino Unido. De las 5 españolas, la primera figura en el número 13, la siguiente en el número 15, después en el 17, para cerrar la lista con el 18 y 19. En términos recaudatorios para el conjunto de 2010 y sus 25 primeras películas, es el fenómeno ‘Avatar’ con más de 50 millones, seguido de ‘Toy Story’ con casi 25 millones , ‘Alicia en el País de las Maravillas’ con cerca de 23 millones y ‘Eclipse’ con poco más de 19 millones, todas de EEUU, las que ocupan las primeras posiciones; seguidas de ‘Origen’ del Reino Unido. Para encontrar la primera española hay que acudir al puesto 18, ‘Tres Metros sobre el Cielo’, ‘Los Ojos de Julia’ y ‘Que se mueran los feos’, ninguna de ellas superó los 8,5 millones del estreno de Torrente 4. Después de un “esperanzado” 2009, donde el ingreso por taquilla ascendió un 8,6% respecto a 2008, los hechos nos devuelven a la cruda realidad. Ya ese año “milagroso” también nos situaba en ese devenir, pues de los 678,3 recaudados el 71,6% correspondía a los Estados Unidos, mientras que el 15,6% quedaba para el cine español. Y sin embargo, de los 1.581 largometrajes exhibidos, 606 eran americanos (38,3%) y 411 (26%) eran españoles.

En definitiva, persisten nuestros males endémicos: atomización del sector, pocas productoras que condensan y garantizan nuevas producciones, poca capacidad de abordar mercados externos, debilidad económica, demasiados títulos que ni siquiera llegan a estrenarse por falta de imbricación entre producción – distribución – exhibición…, en definitiva, poca capacidad para generar contenidos que conecten con el público. De ahí, que la titulación exitosa de ‘Torrente 4: Crisis Letal’, pueda convertirse en un arúspice de la letalidad de nuestra cinematografía.