Recientemente conocíamos los datos del ‘Informe para la Sociedad de la Información’ (2010) que entre otros importantes estudios de comunicación, nos tiene acostumbrado la Fundación Telefónica. Son cada vez más internautas, de mayor edad, con más líneas de banda ancha, más líneas de móviles de acceso a internet. Las poblaciones maduras van relevando a los más jóvenes en el acceso a la red, aumentando entre los usuarios de 45 a 64 años. De los 27 millones de internautas de España, el 69,2% accedieron a diario, un 13,3% por encima del año anterior. 9 millones de viviendas de acceso a internet, 700.000 más que en 2009. Las líneas de banda ancha móvil, a través de móvil u ordenador portátil, fuera de casa o trabajo, sea en particulares o pymes, utilizaron el servicio en un 31,5% de los casos. De interés en el estudio es el avance en servicios como telemedicina o teleasistencia, cada vez más numerosos. En 2010 crecieron un 3,5% los formularios enviados por internet. Andalucía es la primera comunidad en certificación digital de la Fábrica Nacional de Monedas y Timbres, con un 29,4% del total nacional. Nuestros niños, en referente nacional, entre 10 y 15 años, utilizan internet para estudiar en un 82,9% de los casos.

Y he aquí un punto para la reflexión. Un estudio de TSN Demoscopia para el mismo periodo revela que los niños entre 8 y 16 años dedican hora y media a estudiar, pero pasan 4 horas y media delante de una pantalla (consola, televisión o internet). Uno de cada dos estudiantes de secundaria que suspenden tienen problemas para concentrarse. No obstante el 48% escucha música mientras estudia, un 45% tiene gente cerca hablando y un 25% mantiene la televisión encendida. Pero lo que dice (por cierto nada a favor de nuestro mejorable sistema educativo) es que un 55% afirma aprender de memoria y que es habitual el castigo por malas notas en el mismo porcentaje, mientras que sólo reciben compensación por obtener buenos resultados un 25%. La comunicación entre padres e hijos de los que suspenden es menor, un 53%, que entre los que aprueban, un 71,2%.

Nuestros jóvenes entre 15 y 18 años, según el informe Conecta, acceden a internet por primera vez usando el móvil en un porcentaje por encima del 50%. Un crecimiento superior al 36% respecto a los últimos meses de 2010. Internet, ordenador y móvil son -siguiendo este estudio- las tecnologías que más influyen en su vida ordinaria, definiéndoles como generación, “contribuyendo a la creación de una identidad fluida, optimista, inquieta, ávida de estímulos, basada en lo visual y con amplias posibilidades de gestión”.

Ya en 2007, otro informe, en este caso de la Fundación BBVA, situaba en los universitarios jóvenes el uso universalizado de internet, un 97%; preconizando el uso a diario masculino (76%) frente al femenino (68%); siendo mayor en las carreras técnicas (84%) frente a las humanidades (66%) que lo usaron el día anterior. Según la clase social, en un 75% de la clase alta y media – alta, es frecuente el acceso, frente a un 62% de clase media baja y baja. El uso académico de Internet es más usual entre los estudiantes experimentales y de ciencias de la salud.

Pero volviendo al uso de menores no universitarios, el último Congreso de Familia y Sociedad alertaba sobre que el 43% de estos usaban internet sin control paterno, basándose en un estudio de la Facultad de Comunicación de Navarra y que sólo el 18% mantenía un filtro para navegar libremente. Un 73,6% navega en solitario y prácticamente la mitad afirma haber aprendido a navegar también del mismo modo. Sabido es de los peligros que acechan por la red a través de contactos y citas con desconocidos que acaban en las páginas de sucesos, de ahí que se reciban con cierta tranquilidad los estudios y consejos tanto de las Fuerzas de Seguridad de la Policía Nacional, como en especial de la Guardia Civil, con las advertencias a padres para la prevención en materia del uso de redes por nuestros menores y que podemos conocer a través de las páginas webs para tales fines.