A estas alturas de la película global, pocos dudan de la aportación como acercamiento a la cultura y la información de internet. Pero tampoco de sus desaciertos. Algunos escritores de la cosa, hablan de la "mitotecnología". Y es que, además, internet nos trae otros retos, ante el acelerado progreso de la información, que ha dejado atrás a los poderes legislativos, inmersos en episodios que han de contemplar a toda prisa: nuevos derechos de autor, piratería, delitos económicos, intromisiones a la intimidad, apropiación indebida de datos, o delitos sexuales, entre ellos los más graves, los de los menores. Diferentes investigadores vienen proponiendo desde hace tiempo un Código Ético para Internet, entre estos principios estarían: Todo usuario de la red de Internet ha de considerar la libertad de expresión como un bien máximo y procurar evitar en lo posible la censura; el intercambio de información en la red se debe regular por criterios de verdad, exactitud y objetividad; ha de respetarse  la necesaria protección y seguridad en la información; ha de primar el servicio al bien común, público y social; ha de respetarse asimismo la intimidad y vida privada de las personas y la confidencialidad de la información;  ha de defenderse el derecho de autor y la propiedad intelectual evitando el plagio y toda clase de piratería; ha de evitarse el fomento y distribución de material obsceno, erótico y pornográfico…

Yahoo, en colaboración con la Policía Nacional, la Guardia Civil y varias ONGs que trabajan en la protección de menores  han desarrollado, recientemente, una GUIA PARA PADRES, con el objetivo de prevenir fundamentalmente situaciones de acoso, contactos indebidos y pederastia. En definitiva para proteger a los menores. Éstas son las medidas recomendadas: Acompañe a los menores cuando estén conectados a la red. Ayudándoles a conocer los sitios dirigidos a ellos. Ilustrándoles sobre los sitios seguros, divertidos y educativos para ellos. Coloque el ordenador a la vista de todos. Al menos cuando no son adolescentes. Hable abiertamente con los menores y adolescentes sobre el uso de Internet. Interesarse por lo que hacen con el ordenador tanto en la escuela, biblioteca, como en casa. Con el objetivo de generarles seguridad y que puedan protegerse ellos mismos. Utilice los "filtros de familia". Para excluir los que no se consideren adecuados. Teniendo en cuenta que no son fiables completamente, por lo que se aconseja hablar con el proveedor de servicios contratado. Proporcione reglas de cómo navegar de forma segura. Enseñándoles a identificar espacios publicitarios, que con apariencia de cómic, se les puede utilizar para recopilar información personal para venta de productos. Oriente sobre la importancia de la privacidad y de la información personal y familiar, para evitar que al entrar en determinadas páginas y registrarse estén suministrando datos personales y familiares, por lo que es importante que verifiquen las normas de privacidad. Conozca a los ciberamigos. Es importante que presenten a los internautas con los que se comunican, al igual que presentan en persona a los amigos. Y si quedan citado con un ciberamigo, que se hagan acompañar por un adulto. Intervenga a tiempo. En caso de riesgo advertido, denúncielo ante la oficina del defensor del usuario.

Hace algunos años, los obispos de Estados Unidos, (que los hay que se dedican a dar sabios consejos y no a ir en contra sistemáticamente de los avances sociales, como en España), establecieron algunas recomendaciones para evitar contenidos pornográficos en los niños, o que incitasen al odio o la violencia. Entre ellos, el acceso de servicios que fuera controlado por el proveedor y la instalación de filtros, así como otros coincidentes con los arriba mencionados: enseñar a los hijos el uso correcto del correo, tener el ordenador en un sitio abierto, y se tomasen el tiempo que los padres para educarse en el uso de las nuevas tecnologías. Consciente de que casi el 100% de las escuelas tienen internet y que más de 45 millones de niños entre los 10 y 17 años usa la red, que el 20% de los padres no supervisa lo que utilizan sus hijos, y que cuando cumplen los 14 años, la cifra se eleva al 71% de los padres, la sociedad americana aconseja a los padres que pase tiempo con sus hijos en la red, que se les enseñe los peligros de navegar, que pongan límites en el uso horario y que no se permita entrar en charlas privadas con extraños, además de conocer las claves de acceso, y que no se suministren informaciones personales… todo ello parece trabajo excesivo para nuestros padres acostumbrados a delegar demasiado sus obligaciones en las escuelas.