Andalucía tendría un déficit en su mercado laboral de 326.000 trabajadores si no se hubiese producido en los últimos años una fuerte incorporación de población activa inmigrante, según las conclusiones de un informe elaborado por la multinacional Manpower y que han sido presentadas en Sevilla en un acto presidido por el consejero de Empleo, Antonio Fernández.

Durante la presentación del estudio dirigido por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joseph Oliver, el consejero de Empleo ha valorado el peso de la población inmigrante en la positiva evolución que está experimentando el mercado laboral andaluz, y ha recordado que el Servicio Andaluz de Empleo está desarrollando un Plan de Empleabilidad específico para el colectivo, en el que se están invirtiendo 46 millones de euros.

Entre las medidas que se han puesto en marcha por parte de la Consejería de Empleo incluidas en este plan, están la elaboración del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura o la incorporación de intérpretes a las oficinas del SAE que tienen que atender a núcleos de población con un mayor porcentaje de trabajadores extranjeros, de los que hay inscritos más de 27.000 demandantes. Igualmente, se han desarrollado planes formativos específicos y una red de atención especializada a través de los centros Andalucía Orienta más vinculados con el colectivo, así como asesoramiento al autoempleo por medio de programas EQUAL y de la asistencia en la red de Unidades Territoriales de Empleo.

Antonio Fernández explicó que el perfil tipo del trabajador inmigrante está muy repartido entre ambos sexos, con una edad media de 36 años y un contrato temporal en el 90% de los casos. Esta temporalidad en la contratación le llevó a advertir a las empresas que “no tengan la tentación de usar a la población inmigrante como un elemento de flexibilidad en el mercado de trabajo, porque se equivocan y actuaremos con contundencia”, e invitó a aquellos sectores que demandan mano de obra en el extranjero, como el de hostelería, a que acudan al Servicio Andaluz de Empleo, ya que el pasado año se cubrieron el 99% de las demandas realizadas por las empresas.

La tendencia apuntada por el consejero en el incremento de la población activa inmigrante coincide con las conclusiones del estudio ‘Mercado de Trabajo e Inmigración en la Economía Andaluza 1995-2005’ presentado, que incluye datos relevantes como que más del 30% de los nuevos empleos generados en la comunidad han sido ocupados por inmigrantes en los últimos seis años. Según este informe, la economía andaluza generó 1,2 millones de nuevos empleos desde el año 1995, con un crecimiento acumulado del 70%, y este crecimiento de la ocupación hubiese tenido un déficit de 326.000 trabajadores si no se hubiese producido una incorporación de trabajadores inmigrantes.