Las previsiones de este año atestiguan que el crecimiento de la economía andaluza se mantendrá en la cota del 3,5%, cifra que se sitúa dos décimas por encima del comportamiento del resto del país y superará en 1,3 puntos a las economías de la zona euro. La presentación del Informe Económico de Andalucía 2005 corrió a cargo del secretario general de Economía de la Junta, Antonio Ávila, quien subrayó la marcha ascendente de la economía andaluza en todos los sectores, incluido el agrario, que ha sabido resistir el alza de precios provocado por el petróleo.

Ávila desglosó la marcha de la economía regional, cuya bonanza descansó en un 65,8% en las aportaciones del sector servicios, seguido a muy larga distancia de la construcción, con un peso del 17%, y con un 11,8% de la industria. El titular de la Secretaría General de Economía de la Consejería de Economía y Hacienda proyectó la creación de empleo como uno de los aspectos sobresalientes de la economía andaluza, hasta el extremo de que Andalucía se ha situado como la quinta región de la Unión Europea que ha protagonizado un mayor descenso del paro.

Ávila esgrimió el recorte de 17 puntos que ha experimentado Andalucía en la tasa de desempleo respecto a España y Europa, que desde el año 2000 ha pasado de ser de 22 puntos a tan sólo de 5 puntos. En este sentido Ávila recordó que el objetivo de los tres millones de ocupados trazado para esta legislatura por el presidente de la Junta, Manuel Chaves, durante su investidura, se ha cumplido en el ecuador del mandato, en 2005.

La década 1995-2005 ha supuesto para Andalucía la consecución de uno de los parámetros de referencia para atestiguar su progreso, la conquista del 75% del PIB de la UE, meta que Antonio Ávila atribuyó a un intenso proceso de capitalización y modernización . El secretario general de Economía explicó que Andalucía figura entre las dieciséis primeras regiones de la UE, dentro de una lista de más de un centenar de regiones, según su cifra de negocios. Ávila trazó el retrato de Andalucía como una economía competitiva y con la virtud de haber trasladado su capacidad de crecimiento a la creación de empleo.