El Consejo de Gobierno ha aprobado el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, documento que establece las pautas de referencia para la acción de las administraciones públicas en lo relativo a la organización física y espacial de la comunidad. Según indicó la consejera de Obras Públicas y Transportes, Concepción Gutiérrez, tras la reunión semanal del Ejecutivo andaluz, este plan, que se remitirá al Parlamento de Andalucía para su tramitación y aprobación definitiva, establece una serie de prioridades para hacer de la gestión del territorio un factor de desarrollo .

Entre estas orientaciones, a las que tendrá que supeditarse el resto de la planificación, destacan el control de los procesos de urbanización, la apuesta por las infraestructuras ferroviarias, la racionalización del uso del agua, la prevención de riesgos naturales y el fortalecimiento del papel de Andalucía en las redes transeuropeas de infraestructuras y en la conexión con el Magreb.

El modelo territorial propuesto en el documento se basa en cuatro sistemas: redes de ciudades, articulación territorial para el desarrollo de las infraestructuras, protección del territorio e integración exterior de Andalucía.

Respecto al sistema de ciudades, el plan fija criterios de planeamiento orientados a evitar procesos de urbanización insostenibles. De este modo, los municipios andaluces deberán atenerse a un modelo de ciudad compacta cuyos crecimientos vengan dados por el cumplimiento del planeamiento urbanístico anterior y por la disponibilidad de recursos.

En las áreas turísticas se da prioridad a la integración de la oferta en núcleos urbanos existentes, evitando procesos de expansión disgregadores.

De acuerdo con el plan, este sistema de ciudades define tres niveles de redes: centros regionales, que agrupan a las capitales de provincia y a los grandes núcleos urbanos; ciudades medias, capaces de propiciar incipientes desarrollos metropolitanos, y áreas rurales, para las que se propone favorecer las economías de escala y la implantación de servicios de carácter supramunicipal.

En cuanto al sistema de articulación territorial, el plan establece los criterios básicos para el desarrollo de las infraestructuras relativas al transporte, la energía, el agua y las telecomunicaciones.

Transportes
En materia de transportes, se da prioridad al ferrocarril por sus ventajas como medio público y por su mayor eficacia energética y ambiental. De este modo, el plan establece como prioridades culminar la red de Alta Capacidad (ejes Ayamonte-Almería y Córdoba-Málaga y análisis de viabilidad de los ejes Jaén-Motril y Guadix-Levante); asegurar la viabilidad del transporte ferroviario de mercancías a través de su conexión con los siete grandes puertos de la comunidad; potenciar los servicios de cercanías y metropolitanos, y fomentar el papel del ferrocarril en los ámbitos rurales de Sierra Morena, la Vega del Guadalquivir y el eje Condado-Aljarafe.

El plan otorga al puerto de Algeciras el máximo rango para el tráfico internacional de mercancías, de tal modo que el resto de las grandes instalaciones portuarias deberán buscar la complementariedad con el mismo. Respecto al transporte aéreo, la principal prioridad es la plena integración de los aeropuertos andaluces en el sistema intermodal mediante su conexión a las redes viarias y ferroviarias de alta capacidad. Se busca también potenciar el papel del aeropuerto de Málaga en el sistema nacional, además de tomar en consideración las iniciativas privadas para la construcción de los aeropuertos del Campo Gibraltar, Huelva y Antequera.

Respecto a la política energética, el documento propone llevar la red de gas natural a más del 90% de los núcleos urbanos con población superior a los 20.000 habitantes y apostar preferentemente por las plantas de cogeneración y las energías renovables, mientras que en lo referido al agua las principales orientaciones se dirigen a racionalizar el consumo en la agricultura (mediante la modernización de regadíos) y en el litoral (a través de proyectos de reutilización para evitar el agotamiento de los acuíferos). La ampliación de las superficies regadas se supedita a la obtención de nuevos recursos o al desarrollo de medidas de ahorro.

El sistema de articulación territorial se completa con las infraestructuras de telecomunicaciones, en cuyo desarrollo se aplicarán criterios de equidad entre los distintos territorios. Para conseguir este objetivo se otorga un papel relevante a la conexión de la red corporativa de la Junta de Andalucía con las de otras administraciones públicas.

Prevención de riesgos
El tercero de los sistemas que componen el plan es el dedicado a la protección del territorio. Se incluyen en este apartado las medidas para prevenir los riesgos más frecuentes en Andalucía: inundaciones agravadas por la colmatación e interrupción de cauces; erosión en zonas agrícolas y de montaña; desertificación del Sudeste; incendios forestales, y riesgos geológicos sísmicos en las áreas de Granada, Almería y Golfo de Cádiz. Además, se subraya la incorporación del paisaje a la planificación como un elemento más del patrimonio de la comunidad.

Finalmente, el sistema de integración exterior de Andalucía recoge estrategias específicas basadas en las redes transeuropeas de infraestructuras que confluyen en la comunidad a través de los arcos mediterráneo y atlántico. De igual modo, el plan fija líneas de cooperación para asegurar el papel de Andalucía en la continuidad de estas redes por el Magreb y el sur de Portugal.