La entidad socio cultural Primavera Andaluza, por medio de su portavoz Pilar González, ha reclamado a las instituciones de autogobierno la puesta en marcha de políticas públicas encaminadas a la sostenibilidad y a la soberanía energética, propiciando también la lucha contra el desempleo desde la inversión pública. Para ello, Primavera Andaluza entiende la defensa y la promoción de las energías alternativas como algo vital y los obstáculos al respecto de las compañías eléctricas representan un marco más de un conflicto social en donde, municipios, grupos o particulares deben de tener la posibilidad de desmarcarse de esa competencia exclusiva.
Pilar González ha denunciado en este sentido el llamado peaje de respaldo, como medida que ataca directamente a muchos ciudadanos e incrementa la factura de muchas familias, a la vez que cierra la puerta a la libertad de elección de otras empresas y energías alternativas. En esta línea, los eco-nacionalistas andaluces, denuncian así la absoluta dependencia de un Gobierno Central sumiso a la tiranía de las grandes compañía eléctricas, hecho que no sólo supone la supremacía y la dependencia de la industria y de esta energía, sino que cierra puertas a la introducción en la vida cotidiana de otras fuentes en el ejercicio de la libertad del consumidor.
Para Primavera Andaluza este peaje de respaldo que sufren los ciudadanos responde a una política de abusos y monocultivo, que sólo persigue liquidar el auto consumo energético y la producción de la misma al margen de monopolios y conductos de las eléctricas. A sabiendas también, considera el colectivo, de que las renovables son la esperanza para los sectores más humildes además de superar el enquistamiento de un monopolio que se consolida en España con el concurso de los partidos mayoritarios y de algunos ex presidentes del Gobierno.
Primavera Andaluza denuncia así el concurso y la complicidad de las grandes compañía eléctricas en una estrategia de eliminación de alternativas que sólo parece tener como objetivo la desaparición de competencias, el máximo beneficio económico y la subordinación de la ciudadanía a la red eléctrica. Los eco-nacionalistas andaluces instan al autogobierno andaluz a rentabilizar al máximo las competencias del Estatuto de Autonomía y promover un marco alternativo a la política energética que, hoy por hoy, se enquista en el Estado con ayuda del Partido Popular.