Los obstáculos legales para la inclusión económica de la mujer han disminuido en los últimos 50 años en todo el mundo; sin embargo, todavía existen numerosas normas que dificultan la participación femenina en el mercado, especialmente en Medio Oriente y el Norte de África, así como en el África Subsahariana y Asia meridional.

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Esa es una de las conclusiones de un nuevo informe del Banco Mundial titulado Mujer, Empresa y el Derecho, dado a conocer este martes, que analiza las reformas legales y la evolución del derecho a la propiedad y la potestad legal desde 1960.

La publicación indica que el mayor número de reformas de los dos últimos años se llevó a cabo en Côte d’Ivoire, Mali, Filipinas y Eslovaquia.

Por ejemplo, en Côte d’Ivoire y Mali los maridos ya no pueden impedir unilateralmente que sus esposas trabajen. Por su parte, Filipinas ha eliminado restricciones al trabajo nocturno de la mujer, y Eslovaquia elevó el porcentaje del salario pagado durante la licencia por maternidad.

Los países de Europa del Este y Asia central son los que han establecido las listas más extensas de actividades que las mujeres no pueden realizar. Por ejemplo, en Rusia no pueden conducir camiones para el sector agrícola, y tampoco pueden trabajar como carpinteras en Belarús ni como soldadoras en Kazajstán.

La publicación apunta que aquellas economías con más restricciones laborales para la mujer son las que presentan una menor participación femenina en la fuerza de trabajo.