China ha dado un nuevo paso histórico en la apertura al mundo de su sistema económico y financiero, con la puesta en marcha oficial de la nueva zona de libre comercio de Shanghái, un área experimental llamada a revolucionar su propio peso en la economía internacional.

Shanghái, que ya es la capital financiera y comercial de China y cuenta con el puerto mercante más activo del mundo, se dota así desde hoy de un área donde experimentará, formalmente ya fuera de las fronteras chinas, qué ocurre si permite el libre cambio del yuan o deja los tipos de interés bancario en manos del mercado.