PERSAX, líder en el sector de las persianas y el cerramiento, en su apuesta por la seguridad en los productos, es la solución perfecta para poder cumplir con la nueva normativa, que obliga a establecer el Certificado Energético de todos los inmuebles a la venta o en alquiler exigida por la Unión Europea, y que en España está encontrándose con algunos obstáculos.

El pasado 1 de junio entró en vigor el nuevo decreto ley 235/2013, una regulación que obliga a establecer el Certificado Energético de todos los inmuebles a la venta o en alquiler. Con este documento, se determinan los niveles de consumo energético y la emisión de CO2, a través de la calificación, que va de la ‘A’ a la ‘G’, de mayor a menor eficiencia energética, tal y como ahora conocemos en los electrodomésticos, siendo el ‘A’ el más favorable y el ‘G’ el menos eficiente. 

“El objetivo de esta nueva normativa de Certificación Energética es promover la eficiencia de los edificios, en un entorno en el que los recursos energéticos son limitados y muy costosos. Un problema con el que convivíamos en Persax desde hace tiempo, por ello hace más de una década que tenemos autoimpuesta la obligación de esta certificación, ya que una de nuestras máximas es el respeto al Medio Ambiente, algo con lo que la sociedad cada vez está más concienciada. Es mucho lo que podemos ganar y ahorrar con los materiales adecuados” afirma José López, responsable del Departamento Técnico de Persax Grupo.

El problema es que, hasta el momento, no se ha llegado a la Calificación Energética deseada en los edificios y este es uno de los inconvenientes con el que esta nueva normativa se enfrenta. La fachada es fundamental, ya que las mayores pérdidas energéticas se producen a través de la envolvente. Las medidas para conseguir el ahorro deseado se dividen en dos grupos claramente diferenciados, según especifica el IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía: las medidas relativas a la envolvente y elementos constructivos y las medidas sobre los sistemas. En el primer caso, las fachadas, cubiertas, cerramientos y por tanto ventanas y persianas juegan un papel fundamental. Y es que este es uno de los puntos más vulnerables, ya que pueden suponer la entrada de corrientes de aire, calentamiento del cristal y aumento de la humedad si no existe un buen aislamiento. Dentro del hueco de la ventana uno de los puntos a destacar es el cajón de persiana, un elemento esencial que va montado como una parte más de la carpintería, para conseguir mayor eficiencia.

Pero no todos los cajones de persiana que existen en el mercado son iguales. Un aspecto fundamental para diferenciar los más eficientes es conocer cuál es su coeficiente de transmitancia térmica (U), que es el flujo de calor (W) entre la superficie (m2) y la diferencia de temperatura (K). De este cálculo se obtiene un resultado, y cuanto menor valor resulte, mayor es su eficiencia.

En una ventana de buena calidad, el coeficiente de transmitancia térmica es de  2W/m2K, por tanto el cajón tiene que tener, al menos, el mismo valor para que no se produzcan pérdidas de calor/frio en la vivienda.

Productos como el Cajón STD 155 con un coeficiente de transmisión térmica de 1,8 W/m2K, el cajón EXB 155 (1,8 W/m2K), el Cajón EXB 170 curvo (1,5 W/m2K), o el cajón EXB 205 curvo (1,5 W/m2K) de Persax Grupo son la mejor opción que existe en el mercado para asegurarnos la certificación energética, ya que son los que mejor aislante térmico poseen aportando un mayor ahorro de energía en la vivienda, y evitando que el aire frío o cualquier inclemencia se adentre en el recinto.

“Para la consecución de este coeficiente y de esta calidad en los productos, en Persax estamos en constante investigación con nuevos materiales que supongan una mejora térmica y sean térmicamente mejor aislantes, consiguiendo así un mayor ahorro energético y de consumo, algo que se agradece aun más con la etapa económica que estamos atravesando y el incremento en la factura de la luz que acabamos de experimentar”, explica José López.

Otro aspecto que contribuye eficazmente a mejorar el aislamiento de la ventana es la lama de persiana. Con un simple gesto como abrir o cerrar una persiana se puede controlar la temperatura de la estancia en varios grados, así como la entrada de ruidos desde el exterior. En este sentido, desde Persax se aconsejan las lamas de aluminio perfilado rellenas de poliuretano, en especial los modelos de alta densidad, que se caracterizan por su alta resistencia debido a su mayor densidad de poliuretano, proporcionando a la ventana una excelente resistencia térmica y, por tanto, mayor eficiencia.

Por último, Persax recomienda la utilización del motor como sistema ideal de accionamiento para subir y bajar la persiana, pues su instalación dentro del cajón permite que no haya ninguna apertura por donde se pueda filtrar el aire.