El término “low Cost” se ha puesto de moda en estos últimos años en España. Este concepto se ha posicionado en nuestra sociedad y va más allá de los términos rebajas, liquidación o ganga.
Low Cost es un modelo de negocio que se basa principalmente en la reducción de costes, lo que propicia una bajada en el precio de venta. Low Cost ofrece un producto básico, funcional, sin extras pero de la misma calidad que el producto tradicional equivalente.
Para definir lo que es una empresa Low Cost, se podría hacer especial hincapié en la gestión de sus directivos, ya que ellos son los máximos responsables de generar un modelo a través de la realización de estudios en los procesos, los materiales, componentes del producto, procedimientos de fabricación o de ofrecimiento del mismo. Crear una empresa que tenga estos servicios y que cumpla con estos cánones no es fácil, se trata de una ardua tarea que tiene como finalidad ofrecer un precio de venta por debajo del habitual en el mercado, manteniendo siempre los márgenes estipulados por la empresa.
Una estrategia low cost es mucho más que una oferta de precios bajos y un negocio con aspecto barato. Hay que entender bien el concepto antes de crear el modelo de negocio. El gancho de los bajos precios en un momento de crisis como el actual ha puesto de moda este término.
Pero, ¿qué significa low cost verdaderamente? Lo analizamos tomando como ejemplo la Sociedad franquiciadora Mercado Provenzal, que desde sus inicios se ha convertido en un reclamo popular.
Mercado Provenzal, la franquicia de hostelería revelación en este 2013, que aparte de premios y reconocimientos nacionales en este año, se puede decir que se trata de una marca low cost de verdad, que tiene como objetivo apoyar tanto a los clientes como a los franquiciados, con un modelo de negocio único y dinamizador de empleo.
Mercado provenzal, dentro del movimiento low cost, se manifiesta con unas prestaciones muy interesantes, caracterizada por su baja inversión, por su propuesta comercial diferente y, sobre todo, por una oferta muy poco usual en el sector de la hostelería.
La franquiciadora funciona para los clientes y franquiciados como un descubrimiento total de un concepto de negocio no conocido, con una óptica impecable, que va desde una inversión atípica en las franquicias de hostelería de 50.000€ hasta unos precios en sus productos que oscilan desde los 0,40 céntimos una caña de cerveza, 0,80 céntimos una jarra de cerveza, montaos y tapas a 0,90 céntimos, desayunos completos por 1,50 €, hasta copas Long drink a 3,50€.
La enseña se está convirtiendo en un fenómeno nacional con tan solo un año de vida, los locales abiertos hasta ahora (más de 30 a lo largo y ancho de España), están llenos de gente de todas las edades, obviamente abanderados por grandes grupos de jóvenes que no pueden resistirse a los precios establecidos y que no dan crédito a lo que ven. Se creen que forma parte de la promoción y campaña de apertura del local o incluso que es un error, a mayor sorpresa cuando reciben la información de que los precios son así y son para siempre.
Tal y como opinan los franquiciados de la marca, la enseña apunta alto. Desde el principio se ve un trabajo muy eficaz, justo desde el momento que se hace la formación se encuentran con una organización bien conjuntada. La empresa, con tan solo un año de vida y seis meses de expansión, se ha ido profesionalizando mucho en la gestión y esto otorga a los franquiciados total garantías para confiar en esta franquicia, que desde el principio tiene la idea clara de hacia dónde va y, lo más importante, hacia donde quiere llegar con sus franquiciados.
Si se puede vincular un término como el del low cost al de generar empleo, buenas son las condiciones que presenta la enseña, que prevé generar 800 puestos de trabajo en tres años, lo que posiciona a Mercado Provenzal como una marca con responsabilidad social y que, tal y como reza su lema “se acabaron los abusos”, pretende acabar con los precios y malas condiciones profesionales establecidas hasta ahora.