“A las personas que con su esfuerzo y con su sacrificio han hecho posible que el Trabajador Autónomo consiga la dignidad que se merece”.
Esta es la inscripción que reza en un monolito de Madrid, situado junto a la famosa Glorieta de Neptuno, y que recuerda la primera marcha por el Estatuto del Trabajo Autónomo. Fue por el 26 de mayo de 1995 cuando la Organización de Profesionales y Autónomos (OPA) reivindicaba a nivel nacional un Estatuto del Autónomo. Por este motivo se organizó una masiva marcha desde Carmona (Sevilla) hasta Madrid con el fin de hacer oír la voz de un colectivo durante mucho tiempo olvidado.
A día de hoy, el autónomo, como unidad básica de emprendimiento, se ha convertido en el referente para la reactivación económica en España. Ha pasado de ser invisible para la Administración a convertirse en la solución a la crisis, apostando por los autónomos y emprendedores. El Pacto para la Promoción del Trabajo Autónomo en Andalucía, firmado por OPA Andalucía el pasado 18 de junio con la Junta de Andalucía, o el Programa de Apoyo y Fomento del Trabajo Autónomo, son una clara muestra de ello. Asimismo, las medidas puestas en marcha desde el Gobierno central como la Ley de Apoyo al Emprendedor y su Internacionalización y la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, apuntan igualmente en la misma dirección.
Sin embargo, la situación del autónomo, aunque ha mejorado, no deja de encontrarse en medio de una profunda debilidad e incomprensión.
Socio-económicamente el 41% de los trabajadores autónomos, viven en unidad familiar cuyos ingresos están por debajo del umbral de riesgo de pobreza, porcentaje que casi duplica a las cifras de la Unión Europea. Por su parte, el 55% de las solicitudes de paro que presentan los autónomos son denegadas, después de haber perdido buena parte de su patrimonio, por lo que a los profesionales por cuenta propia sólo les queda la solidaridad familiar. A esto se suman otros datos, como que la pensión media del autónomo es un 42% menor que la de un trabajador por cuenta ajena.
En el caso de las trabajadoras autónomas la situación es aún más complicada, ya que se enfrentan a una doble dificultad: por un lado está la realidad del trabajo autónomo en el que, todavía hoy, en pleno siglo XXI, sigue existiendo una discriminación real en muchos sectores, discriminación a la que se tienen que enfrentar las mujeres para ser tomadas en serio. En segundo lugar, aspectos como la conciliación familiar y la maternidad de las mujeres autónomas, hace que su situación sea aún más complicada que en el caso de los hombres.
Los autónomos también se han enfrentado a constantes subidas de impuestos locales, así como una persistente vigilancia por parte de la Agencia Tributaria, mientras que la competencia desleal presiona los márgenes en el mercado a la baja, cuando no hace insostenible la actividad.
A todo esto hay que sumar las dificultades que encuentran los autónomos a la hora de acceder a financiación y otros problemas que están golpeando con dureza al colectivo como son la morosidad pública y la economía sumergida, dos de las principales lacras que tienen los autónomos junto con la falta de crédito.
Por todo ello podemos afirmar que el año 2013 va a terminar con luces y sombras. Bien es cierto que durante el presente año los autónomos han conseguido mejores condiciones que las que tenían en el año 2012, y que las afiliaciones de autónomos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) se han incrementado considerablemente este año. No en vano, Andalucía se ha convertido en la Comunidad Autónoma española en la que más ha crecido el número de autónomos durante los últimos 365 días, con 9.937 nuevos profesionales. Pero aún nos queda mucho camino por recorrer y muchos retos que afrontar.
De cara al año 2014 desde OPA Andalucía esperamos poder impulsar nuevas iniciativas para facilitar la innovación en los autónomos, así como su internacionalización, su acceso a la financiación, el mantenimiento de su actividad y seguir trabajando para que el trabajador autónomo sea tratado con la dignidad que se merece.
Gonzalo García, presidente de OPA Andalucía