El ministro de Industria, José Montilla, y el consejero de Innovación, Francisco Vallejo, hicieron patentes ayer en Sevilla sus discrepancias sobre la distribución de la potencia eólica entre las distintas comunidades autónomas propuesta por el Gobierno hasta el año 2010, que recorta en un 50% los objetivos plasmados en el Plan energético andaluz (los 4.000 megavatios en expectativa pasarían a 2.000). Esta diferencia crea una situación de gran incertidumbre en el sector ya que la Junta ha adjudicado parques o puntos de conexión a la red por más de 3.500 megavatios, unas adjudicaciones que en gran parte no cuentan aún con la aprobación de Red Eléctrica y que estarían en el aire.

Tras la firma de un convenio para desarrollar la sociedad de la información en Andalucía, y a preguntas de los periodistas, ambos abordaron los motivos y las consecuencias de la revisión de los objetivos sobre generación eléctrica a partir del viento dentro del Plan de Energías Renovables del Ejecutivo central. «De recortes nada», afirmó el ministro, que aseveró que el plan del anterior gobierno del PP marcaba unos objetivos «mucho menos ambiciosos». Indicó que la revisión que impulsó su Ministerio en la segunda mitad de 2005 incrementó la potencia a instalar en 2010 en un 70%, al pasar de los 13.000 megavatios del plan del último Gobierno Aznar hasta 20.000 ó 22.000. «Las limitaciones se derivan de las restricciones técnicas del sistema», apuntó. A Andalucía se le asignaban en el anterior plan 1.100 megavatios y en la revisión propuesta, 2.000.

El Ministerio ha abierto una negociación con las comunidades autónomas, que Montilla esperar cerrar en las próximas semanas. En todo caso, el ministro subrayó que «la planificación en un sector como la generación eléctrica es orientativa porque se trata de un sector liberalizado».

Francisco Vallejo no dejó pasar la ocasión para fijar su posición ante el ministro, al que enmendó la plana cuando dijo que la asignación de 1.100 megavatios a Andalucía «nunca se planteó como un límite, porque el desarrollo de este sector permite mejorar la eficiencia y la capacidad de generación». Indicó que sumadas todas las expectativas de las comunidades autónomas se alcanzáría una potencia de 40.000 megavatios, el doble que la nueva hipótesis revisada.
«Tenemos una discrepancia con el Ministerio en cuanto a criterios de distribución de los 22.000 megavatios», admitió. Explicó que los 4.000 megavatios fijados por la Junta no son fruto de «un planteamiento alegre», sino que se corresponden con la población de Andalucía (el 18% del total).

El consejero cuestionó los criterios seguidos por el Ministerio para asignar la potencia a las distintas autonomías, ya que priman a las que han adjudicado los parques directamente y no a través de concursos públicos como ha hecho la Junta. Este sistema concursal ha dilatado seis años las adjudicaciones y la obtención por parte de las empresas de los contratos técnicos de adhesión a la red. «No se puede penalizar a Andalucía por aplicar un sistema más transparente», apostilló Vallejo.