La Junta conocía desde hace casi un año que sus objetivos eólicos hasta 2010 eran demasiado ambiciosos y que debía recortar casi a la mitad la capacidad de generación prevista. Así se recoge en el Plan de Energías Renovables 2005-2010 aprobado el 26 de agosto de 2005 por el Consejo de Ministros.

En esta normativa se cita el caso concreto de ocho comunidades autónomas, entre ellas la andaluza, por haber diseñado un mapa eólico hasta 2010 «especialmente ambicioso». Se dice en el documento que la generación eólica debería limitarse en la región a 2.200 MW frente a los 4.000 MW previstos.

El recorte que quiere aplicar el Ministerio de Industria en Andalucía y en mayor o menor medida en todas las comunidades está justificado, según el documento del Gobierno, en que las planificaciones autonómicas se han diseñado con excesivo optimismo. La suma de potencia prevista en toda España alcanzaría los 37.000 MW con horizontes situados entre 2010 y 2012 en la práctica totalidad de los casos mientras que las previsiones del ministro José Montilla quedarían en 20.155 MW.

Según se recoge en el documento de agosto de 2005, como objetivo eólico del plan se establece la instalación, para todo el territorio nacional, de una potencia eólica incrementada en 12.000 MW en el periodo 2005-2010. Un incremento que para el caso de Andalucía se sitúa en 1.850, que sumados a los 350MW ya instalados en 2004, darían los 2.200MW de capacidad eólica que pretende el Ejecutivo en Andalucía en 2010, un duro mazado para la economía regional por las fuertes inversiones empresariales previstas.

La normativa prevé que Galicia, ambas Castillas, Navarra y Aragón mantengan la actual tendencia de implantación de parques eólicos, y continúen liderando el desarrollo regional. Sin embargo, también se asegura en el documento que se espera que los mayores incrementos d e potencia eólica instalada en el periodo 2005-2010 se produzcan en Andalucía y Valencia, «cuyo potencial eólico, sobre todo en el caso de la primera, es muy destacable y cuyo despegue en el sector se supone próximo a producirse».