Finalizado 2013, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), a través de la Secretaría General de Universidades, daba a conocer la resolución sobre el seguimiento del progreso de los proyectos de Campus de Excelencia Internacional (CEI), realizado por la Comisión Internacional (designada mediante Orden Ministerial de 21 de junio de 2013), con los que se busca crear “ecosistemas de conocimiento” que favorezcan el empleo, la cohesión social y el desarrollo económico territorial.

Jesús Quero
Jesús Quero

Por el filtro CEI pasan las universidades españolas con deseos de cumplir las exigencias que impone la iniciativa  ‘Estrategia Universidad 2015’, que tiene como punto de partida el pleno desarrollo del espacio europeo de educación superior y la coordinación de la I+D académica  en el marco global de la investigación que se aplica en los países de la UE. Con ello, se trata de obtener cambios en las universidades a corto y medio plazo con la mirada puesta en el próximo año, coordinado por el Gobierno central con el apoyo de las correspondientes consejerías de las comunidades autónomas, así como de las propias universidades.

Todos los proyectos presentados (no corresponde ahora establecer un ranking) cumplen con las líneas centrales del Programa CEI, un concepto centrado “en las universidades y en su interacción con centros de investigación, parques científicos, centros tecnológicos, entorno productivo y otros agentes, para el desarrollo de ecosistemas de educación, investigación e innovación que contribuyan al desarrollo económico y social del entorno local y regional” (el entrecomillado se ha extraído de la propia web del MECD).

Dicho todo lo anterior, la visión que puedo aportar la hago desde mi conocimiento del proyecto BioTic de la Universidad de Granada (UGR) en el que colabora muy estrechamente el Parque Tecnológico de la Salud (PTS), que por cierto ha mejorado notablemente su puntuación en el CEI 2013. Solicitan mi opinión sobre cambios sociales, económicos y culturales; investigación, docencia, industria biomédica y farmacéutica, asistencia sanitaria…, para lo que se necesitaría mucho más espacio, pero se compendia en el BioTic de la UGR, sustentado sobre cuatro grandes áreas estratégicas: Biosalud, Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), Sistema Tierra y Patrimonio-Cultura.

BioTic se entiende como una propuesta de fuerte componente innovador y de la mejora de los procesos básicos que una universidad requiere ante los retos que demanda el siglo XXI: oferta formativa, investigación, transferencia y compromiso, y responsabilidad social. Quienes han diseñado el proyecto -“un campus de desarrollo inteligente, referente internacional como agregación especializada y comprometida con un nuevo modelo económico, que sea atractivo y excelente internacionalmente”-, confían que sea sostenible, tanto desde la perspectiva física del campus, como de la estructura organizativa y financiera del mismo a largo plazo.

El campus biotecnológico de Granada es un proyecto abierto y muy conectado con su entorno, con las empresas y la sociedad, con un alto nivel de compromiso con el desarrollo económico y social, con criterios sostenibles, con una participación responsable de los agentes que intervienen, y con el desarrollo de una capacidad de adaptación a los cambios.

Creo que ese camino por la excelencia a que obliga la Estrategia 2015 tiene unos elementos irrenunciables: plantillas de investigadores y científicos de primer nivel, docentes cualificados,  modernos centros educativos equipados para preparar mejor a nuestros jóvenes, hospitales dotados de las últimas tecnologías, becas acordes con el sistema I+D+i…, y todo eso, en su conjunto, que repercuta para disminuir los números rojos del desempleo.

Jesús Quero Molina, director gerente del Parque Tecnológico de la Salud de Granada