Cuando en 1964 el escritor y bioquímico soviético, Isaac Asimov, publicó un artículo en ‘The New York Times’ donde describía, con gran acierto, cómo sería la tecnología en 2014, todos lo tacharon de ‘loco’ o ‘alucinado’. En dicha publicación de hace 50 años el escritor predijo textualmente que “las comunicaciones incluirán imagen además de sonido, por lo que podrás ver y escuchar a la persona que telefonees. La pantalla no sólo se usará para ver a la persona a la que has llamado, sino que también te permitirá estudiar documentos y fotografías, además de permitir leer libros”.

José Santos
José Santos

Lo que hace cinco décadas podría parecer ‘ciencia ficción’ hoy es más que una realidad. Del mismo modo, en la actualidad existen predicciones sobre los procesos de innovación tecnológica que nos seguirán cambiando nuestra forma de vivir y relacionarnos. Así, las innovaciones tecnológicas que cambiarán nuestras vidas en el futuro, según apunta la multinacional estadounidense IBM, responden a equipos informáticos cada vez más inteligentes… el pequeño comercio será capaz de crear nuevas experiencias con los clientes a través de tecnologías como los dispositivos móviles, la tecnología cloud, la realidad aumentada y las redes sociales.

Por otra parte, gracias a la tecnología, que ya se está implantando masivamente en las ciudades que aspiran a convertirse en smart cities, los gobiernos locales también podrán identificar los problemas más comunes o urgentes de su municipio y resolverlos rápidamente. Asimismo, en materia de formación,  los profesores tendrán a su disposición un montón de información en la nube sobre sus alumnos que posibilitará un aprendizaje más individualizado, en función de las necesidades de cada uno. Y en el ámbito sanitario, los médicos podrán diagnosticar con precisión el cáncer, creando tratamientos personalizados a partir de los enormes volúmenes de datos alojados en la red, que complementarán los avances en investigación y las pruebas genómicas.

Como vemos, el futuro cada vez suena a menos ‘ciencia ficción’ y más alcanzable. Solo nos queda reaccionar y adaptarnos para poder ser competitivos en todos los ámbitos posibles.

José Santos