Costa Rica recibió ayer un duro golpe para su economía con el anuncio del cierre de la planta de manufactura del gigante tecnológico Intel, principal empresa exportadora del país, pese a que el Gobierno trató de matizar el asunto.

“Después de un extenso análisis, la compañía ha concluido que la mejor solución de largo plazo para maximizar la eficiencia y la efectividad operacional a nivel mundial es cerrar sus operaciones de ensamblaje y prueba en Costa Rica”, indicó la empresa en un comunicado.