Actualmente, la población europea está envejeciendo según datos de SIIS (Sistema integrado de información de Salud 31/12/12) y España se encuentra entre los países europeos más sobre-envejecidos. La población mayor de 80 años ha crecido un 35% en los últimos 10 años y el proceso de envejecimiento será mucho más intenso, siendo un tercio de la población mayor de 65 años y un 12% de 80 años.

Las residencias y los centros de atención hacen todo lo posible para gestionar la creciente demanda de ingresos y solicitud de plazas, algo verdaderamente difícil teniendo en cuenta la situación de crisis y la escasez de recursos económicos. Según explica Nuria Piquer, Directora General de la residencia para mayores Parc Güell y Gerente de la residencia Parc del Clot, ambas de Barcelona, muchos centros geriátricos han tenido que reducir sus cuotas hasta 300 euros, debido a los recortes en la Ley de la Dependencia. De hecho, en 2013, el coste de una residencia en Barcelona era de unos 1.800 euros más IVA y actualmente el coste es de 1.500 euros al mes.

“Muchos centros residenciales han tenido que recortar en servicios puesto que los ratios de personal exigido también se han hecho más laxos. En nuestro caso, no hemos llevado a cabo ningún recorte en lo que a servicios y atención a los usuarios se refiere. Hemos recortado en los beneficios. Nuestra filosofía pasa por ofrecer un servicio de calidad y esperar, que en un futuro próximo y pasada la crisis, tengamos la oportunidad de recuperar la normalidad”.

En los centros La Vostra Llar, que se están readaptando para la situación de dependencia actual, respetando la tendencia creciente de preservación de la intimidad de las personas. En muchas ocasiones, los ancianos no aceptan la idea de una residencia porque tienen una idea errónea del lugar y los hijos tienen un sentimiento de culpabilidad. Por ello, en los centros, además de trabajar la parcela asistencial trabajan la parte emocional a través de un amplio programa de actividades, como la introducción en las nuevas tecnologías, la Wii Terapia, Acuaterapia, y Teatro entre otras. Asimismo, los responsables de los centros apuestan por una fuerte profesionalización sanitaria así como de calidad asistencial, implantando el modelo de atención centrada en la persona, la eliminación de contenciones y empleando terapias no farmacológicas.