Gas Natural Andalucía, filial distribuidora de GAS NATURAL FENOSA, ha superado en mayo los 400.000 puntos de suministro en la Comunidad Autónoma, lo que supone que casi 1,3 millones de andaluces ya tienen acceso a esta energía. La compañía distribuye gas natural en 90 municipios, entre los que se encuentran ciudades como Sevilla, Córdoba, Huelva, Málaga, Cádiz, Marbella, Jaén o Granada. Para llegar hasta aquí han sido necesarios 25 años de trabajo constante.

Junta de accionistas de Gas Natural
Junta de accionistas de Gas Natural

Gas Natural Andalucía comenzó su andadura el 8 de octubre de 1987, dando suministro a cuatro municipios (Cádiz, Sevilla, Málaga y Dos Hermanas), a través de una red de distribución de 600 kilómetros. Durante los primeros 15 años la compañía construyó una red de 1.500 kilómetros, que permitió la distribución del gas natural a más de 200.000 puntos de suministro en 17 municipios diferentes.

Sin embargo, ha sido durante la última década cuando Gas Natural Andalucía ha llevado a cabo el impulso definitivo para la expansión de esta energía en la región. En los últimos diez años, la compañía ha superado los 520 millones de euros de inversión, lo que le ha permitido construir una red de distribución de más de 4.970 kilómetros y duplicar el número de puntos de suministro hasta alcanzar el hito de los 400.000 puntos en mayo.

Más crecimiento en los próximos años

Los planes de futuro de Gas Natural Andalucía pasan por continuar su expansión, desarrollando y distribuyendo esta energía en zonas estratégicas para la compañía como los municipios asociados al gasoducto Huelva-Ayamonte, el área metropolitana de Sevilla, así como el desarrollo de redes en la zona centro de Andalucía. Además, Gas Natural Andalucía continuará su expansión en la provincia de Granada, en los municipios del poniente almeriense y en la Costa del Sol.

La compañía energética invertirá 132 millones de euros entre 2014 y 2016 para continuar con este plan de expansión y desarrollo. En este periodo, la compañía prevé construir más de 500 kilómetros de red de distribución de gas en Andalucía.

Durante 2014, Gas Natural Andalucía ha iniciado el suministro de gas natural a las poblaciones de Los Palacios y Villafranca en Sevilla y de Punta Umbría en Huelva. Para el segundo semestre del año, tiene previsto llegar a los municipios de Pozoblanco y Priego de Córdoba (Córdoba) y  de Cartaya y Gibraleón, en Huelva.

La compañía gasista cuenta con el apoyo de la Administración autonómica y local para ampliar su red de distribución y dar servicio a nuevas empresas y hogares. El crecimiento de la implantación del gas natural en Andalucía tiene una singular relevancia dentro del cumplimiento de los objetivos marcados por el Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética (PASENER), diseñado y desarrollado por la Junta de Andalucía.

Una energía muy comptitiva

El gas natural posee importantes ventajas económicas y medioambientales respecto de otras energías que existen en el mercado. Es respetuosa con el medio ambiente, ya que es la energía fósil que menos emisiones de CO2 produce y, además, no emite partículas. Su uso contribuye a disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y mejora la calidad del aire de las zonas urbanas. El gas natural aporta confort a los usuarios, ya que no necesita almacenamiento, siempre está disponible y no se agota.

El gas natural es la más económica de las energías de suministro continuo, entre un 20% y un 40% de media en función del consumo y de la energía a la que sustituya. Por lo tanto, contribuye de forma importante a la mejorar la economía de las familias y la competitividad de las empresas.

El gas natural tiene múltiples aplicaciones en el hogar. Además de calefacción, en la cocina se puede utilizar en la cocción, en las vitrocerámicas o en varios electrodomésticos, combinando limpieza y comodidad con la economía de esta energía. Pero una de sus aplicaciones más extendidas es el agua caliente sanitaria que permite una producción instantánea e inagotable de agua caliente, con la máxima economía al funcionar sólo cuando se necesita y sin almacenamiento.

En el caso de la industria y el sector terciario supone una clara ventaja de competitividad derivada del ahorro económico que conlleva su utilización. Tiene una gran versatilidad, pues puede emplearse en cualquier proceso de generación de calor o frío.