El sector agrícola ofreció ayer una oportunidad más al Gobierno para seguir negociando las medidas que palíen la subida del gasóleo y evitar así las movilizaciones previstas para el lunes, al retrasar al día 30 el inicio de las mismas y aceptar para el día 28 una nueva ronda de negociación.

Tras más de nueve horas de reunión, el acuerdo entre el Ministerio de Agricultura con Asaja, COAG y UPA fue imposible, pero las organizaciones agrarias dieron un balón de oxígeno a la ministra Espinosa, que se empeñó ayer en evitar a toda costa una nueva jornada de movilizaciones.

El Gobierno presentó ayer una nueva oferta que añadía como novedad la ayuda directa por valor de 46 millones de euros en concepto de «ayudas de mínimis» a repartir entre los agricultores, así como el compromiso de estudiar en 2006 la reducción del impuesto de hidrocarburos si éste incrementaba su precio, pero sólo en el tramo de subida.

Sin embargo, la ministra Espinosa se negó a actuar sobre el IVA, como así le pedían las organizaciones agrarias, e incluso a firmar un documento que recogiera su compromiso de aplicar a los agricultores el mismo acuerdo que el alcanzado con los transportistas, en el sentido de reducir al mínimo el impuesto especial de hidrocarburos.

El sector rechazó ayer la oferta del Gobierno y la negociación se rompió, pero, en un último intento por evitar la protesta, la ministra se comprometió a abordar en la reunión del lunes las medidas estructurales que le reclaman las organizaciones agrarias, en especial el impuesto de hidrocarburos.

En la reunión de ayer se vivieron algunos momentos de tensión, cuando la ministra llegó a amenazar a las organizaciones agrarias con retirar la última oferta, valorada en 388,8 millones de euros, si las organizaciones no desconvocaban las movilizaciones.

Aunque la unidad de acción se mantiene entre las organizaciones agrarias, algunas fuentes apuntan a que, en el último momento y si no hay acuerdo, se podrían descolgar algunas de las más afines al PSOE.