CaixaBank, socio oficial de la selección española de baloncesto y event sponsor de la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2014, presenta un espectacular spot para dar la bienvenida al Mundial, que se celebra en España a partir del próximo 30 de agosto.
La entidad financiera ha reunido en imágenes a los grandes protagonistas del evento con el objetivo de mostrar cómo esta Copa del Mundo de Baloncesto es resultado del trabajo colectivo de muchas personas, desde los jugadores a los aficionados que colaboran con la organización del evento como voluntarios o que asisten a los partidos como espectadores. De esta forma, se consigue plasmar el lema elegido por CaixaBank para el anuncio: “Esta Copa del Mundo la hacemos entre todos”.
El spot está protagonizado por tres estrellas de la selección española – Juan Carlos Navarro, Serge Ibaka y Felipe Reyes – y por uno de los jugadores invitados a la fase de preparación, Guillermo Hernangómez. Los cuatro, gracias a la ayuda de un grupo de 40 jóvenes voluntarios, consiguen idear y materializar una jugada de ensueño.
El anuncio se emitirá en televisión y en los video-wall de los pabellones antes de los partidos de la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2014. Igualmente, podrá verse en Internet, en el canal de YouTube de CaixaBank y enla webwww.detrasdelosmasgrandes.com.
El baloncesto, visto desde un dron
Para la producción técnica del spot, CaixaBank ha aplicado las últimas tecnologías, entre las que destaca la utilización de un dron. El dispositivo, un helicóptero de cuatro hélices, ha permitido llevar la cámara a puntos de la cancha imposibles de alcanzar con otros medios. De esta forma, las combinaciones de los jugadores de la selección se ven desde un espectacular punto de vista.
Asimismo, el montaje se ha efectuado en stop motion, mediante una técnica mixta de montaje fotográfico con imágenes progresivas que van componiendo la secuencia completa de la jugada.
La anécdota: silbatos frente a drones
El rodaje se realizó en el histórico pabellón del Ramiro de Maeztu, en Madrid. El trabajo con el dron supuso un reto técnico y, sobre todo, humano, ya que con el ruido de las hélices resultó más difícil que los jugadores pudieran oírse entre ellos y entender las instrucciones para la grabación.
Al final, la solución vino usando los mismos sistemas de comunicación que en los partidos de básket: se recurrió a un silbato, como el de los técnicos, para marcar las posiciones de la jugada.