El pacto de precios en el mercado de chips para tarjetas (entre 2003 y 2005) entre las empresas Infineon, Philips y Samsung ha tenido su consecuencia: la Comisión Europea impone una multa de 138 millones de euros a estas grandes compañías.

Joaquin Almunia
Joaquin Almunia

Según la CE, se ha vulnerado las reglas de la Unión Europea (UE) que prohíben los cárteles. Curiosamente, la empresa Renesas (Hitachi y Mitshubishi) se libra de la multa aún habiendo participado en los acuerdos ilegales por una razón de peso: fue quien delató la existencia de estas “malas prácticas”.

En palabras de Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia: “En la era digital, casi todo el mundo utiliza chips para tarjetas, en su teléfono móvil, su tarjeta de crédito o incluso su pasaporte. Es esencial que las empresas que los fabrican se apliquen sobre todo a hacerlo mejor que sus rivales, innovando y ofreciendo los mejores productos a los precios más interesantes. Si, por el contrario, eligen llegar a acuerdos en detrimento de los clientes y los consumidores finales, se exponen a sanciones”, subraya Joaquín Almunia.