La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro aumentará este año un 0,8 %, es decir, cuatro décimas menos de lo que se vaticinaba en el pasado mes de mayo.

La OCDE revisa a la baja sus perspectivas de crecimiento económico para los grandes países y apunta hacia un cierto riesgo de deflación que podría complicar la crisis de la deuda. En definitiva, la OCDE desea transmitir más que nunca signos de prudencia y seguir dejando de lado ‘lanzar campanas al vuelo‘ en lo que se refiere a una recuperación fiable en la zona euro.