Dice Robert G. Ingersoll que “todo lo que hay de bueno en nuestra civilización es resultado del comercio, el clima, el suelo, la situación geográfica, la industria, la inventiva, el descubrimiento, el arte y la ciencia”, por eso no entendemos que sea uno de los sectores más castigados y que no encuentre los apoyos suficientes y necesarios. El comercio, nuestros comercios son parte de nosotros, de nuestra sociedad. Forman parte de la historia de nuestra ciudad y de nuestra historia, la que se escribe con minúsculas, la de nuestras vivencias como actores de la vida de nuestra ciudad, nuestro pueblo, nuestro barrio… Y además son uno de los mayores y principales motores de nuestra economía; uno de los sectores que mayor riqueza y empleo generan, de prosperidad, que entronca y tiene una relación directamente proporcional a la mejora de otros sectores como el turístico, la hostelería, la industria, la logística… en definitiva, de toda nuestra estructura económica y social.

 

Inés Mazuela Rosado
Inés Mazuela Rosado

Y sin embargo, las cifras no acompañan. El comercio minorista sigue a la baja a pesar de la mejora en julio de las ventas de servicios. La variación mensual en el mes de julio, con respecto a junio, de la cifra de negocios del sector servicios es del 0,1% y la tasa anual con respecto al mismo mes de año pasado es del 1,3%, según los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística.

 

Para UPTA Andalucía, estos datos no son todavía positivos, si tenemos en cuenta que el índice subió porcentualmente más en el verano de 2013 y demuestran la atonía que todavía tiene nuestro consumo interno. Es significativo que por sectores, y a pesar del aumento general, sea el comercio al por menor, sector en el que se encuentran la mayoría de los trabajadores autónomos, el que ha tenido peores resultados, con una baja mensual del 0,6 y anual del 0,8. Este dato no hace más que demostrar que dentro de la escasa recuperación, esta no llega a los hogares y consumidores finales, por lo que se hace necesario tomar medidas que realmente permitan recuperar el tono del consumo y la demanda nacional, con el fin de compensar los peores resultados de la balanza externa y abordar efectivamente la creación de empleo neto.

 

Y ante este panorama, otro golpe más que añadir a la carga que están soportando nuestros comercio desde que comenzara la crisis. A la crisis financiera, del empleo y del consumo sin medidas efectivas que la solventen, a muchos comercios tradicionales de nuestras ciudades, a esos que han estado ahí siempre, acompañando nuestro devenir histórico, se encuentran con otro revés… otro más.

 

El próximo 31 de diciembre se extinguirán los denominados Contratos Arrendamiento de Renta Antigua, que afectará, a todos aquellos contratos de arrendamiento de locales comerciales firmados con anterioridad a mayo de 1985. La Ley de Arrendamientos Urbanos 29/1994, de 24 de noviembre, que es la que lo dispone, establecía una moratoria  a la extinción de estos contratos debido a la negativa situación económica del momento. Esta moratoria, tenía como objetivo la protección de los comercios, ubicados sobre todo en los cascos antiguos de las ciudades, y su mantenimiento en el tiempo, atendiendo a la situación económica que el país sufría en el año 1994.

 

Sin embargo, la situación económica actual no es, ni mucho menos, mejor que la de la fecha de la aprobación de la Ley. Vivimos en una época de recesión en el consumo, de grave pérdida de puestos de trabajo, de aumento del ahorro familiar… lo que supone menos consumo dado que los ingresos familiares han disminuido considerablemente y de retroceso en la concesión de préstamos al consumo y de créditos comerciales. A esto, además, y según los datos del INE, son los pequeños comercios unilocalizados los que mantienen el empleo en este sector y no las grandes superficies, que vienen demostrando una pérdida de empleo progresiva en los últimos años. La entrada en vigor de la nueva Ley supondrá un aumento en el alquiler de estos locales que muchos de los actuales arrendatarios no podrán soportar, con el consiguiente cierre de estos establecimientos y la pérdida de muchos puestos de trabajo.

 

Esta nueva situación afecta a más de 200.000 locales comerciales en todo el país, y a unos 30.000 en Andalucía, con especial incidencia en aquellas ciudades cuyos cascos históricos están catalogados como zonas turísticas, como son en nuestra comunidad, la mayoría de ciudades. Su ubicación y la calificación de Patrimonio de interés de muchos de los edificios, han condicionado y condicionan a estos profesionales a la adaptación de los locales a la nueva realidad económica y a los gustos de los consumidores, por lo que todavía es más valorable su mantenimiento. Y muchos se verán obligados e “echar el cierre”. Esos negocios, comercios, bares… que forman parte de nosotros, que siempre han estado ahí… desaparecerán. Y todo ellos, después de venir luchando por su mantenimiento en un escenario como el que nos ha tocado vivir en los últimos años.

 

UPTA Andalucía, consciente y comprometida con el comercio andaluz, no puede quedarse impasible ante esta situación. Por ello, nos hemos unido las distintas organizaciones de UPTA de otras comunidades autónomas, para que a nivel nacional se inste a la Administración competente a que reconsidere la situación.

 

Así, a petición de UPTA, el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado una enmienda al Real Decreto de medidas urgentes solicitando una moratoria de cinco años a esta situación. Así mismo, y de forma paralela, estamos trabajando en la puesta en marcha de la Plataforma andaluza en contra de esta iniciativa, dentro de la Plataforma nacional que aglutina todas las iniciativas que sobre esta materia se están produciendo por todo el país. Y esto, entre otras medidas. Porque en nuestro compromiso con los autónomos andaluces, los comerciantes y los hosteleros y la sociedad en general, no podemos dejar que esto ocurra. No al menos sin intentarlo.

 

Más información en: Plataforma afectados contratos renta antigua http://upta.es/index.php option=com_content&view=article&id=608&Itemid=173 

 

Inés Mazuela Rosado, secretaria general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Andalucía (UPTA Andalucía)