Así lo ha constatado el Banco de España. La balanza por cuenta corriente de los ocho primeros meses del año acumuló un déficit de 4.600 millones de euros, frente al superávit de 8.700 millones del mismo período de 2013.

 

De esta manera la balanza de pagos acumula dos registros seguidos de cálculo acumulado en negativo.