Empleo, protección, salarios, convenios colectivos… en CCOO tenemos propuestas que consideramos viables para mejorar la situación a la que nos han conducido las políticas erróneas del Gobierno y las reformas indiscriminadas como la laboral.

 

Francisco Carboneros, CCOO Andalucía
Francisco Carboneros, CCOO Andalucía

La radiografía de las consecuencias de las medidas tomadas para “salir de la crisis” no dejan lugar a dudas de su fracaso: en torno a seis millones de personas desempleadas, cerca de 740.000 hogares en los que viven 1,4 millones de personas que ya no tienen ningún ingreso, más de 350.000 empleos destruidos… cifras demoledoras detrás de las que, no podemos olvidarnos, hay mujeres, hombres, jóvenes, niños y mayores, víctimas de una situación que no han provocado pero cuyas consecuencias están sufriendo en primera persona.

 

El pasado mes de octubre se llevaba a cabo la séptima jornada por el trabajo decente a nivel mundial, una jornada que más allá de la reivindicación y exigencia, debe invitar a la reflexión. ¿Reivindicar a estas alturas del siglo XXI trabajo decente? Lamentablemente las cifras constatan que la reivindicación, que tendría que hacer sonrojarse a los gobiernos, es más que necesaria. Solo por aportar un dato más a los anteriores, cada semana se hacen en España 11.561.530 horas extras ilegales, horas que implican trabajar más horas de las permitidas, -en muchos casos sin remunerar-, un aumento de la economía sumergida y un fraude a la Seguridad Social.

 

A veces cuando hablamos de números perdemos la conciencia de las verdaderas repercusiones de los mismos, por eso es importante destacar que si esas horas extras ilegales se hubiesen convertido en puestos de trabajo, el paro podría haberse reducido en un 5,5%, -un 4% en Andalucía-, 43.949 más jóvenes tendrían un empleo y estaríamos hablando de la pérdida de 24.708 puestos de trabajo en lugar de los más de 350.000 que se destruyeron en 2013.

 

Y otro dato que corrobora la necesidad de reclamar un trabajo decente: las 13.000 inspecciones que se han llevado a cabo en Andalucía desde 2012 han obligado a transformar un 64,01% de los contratos temporales a indefinidos porque estaban en fraude de Ley. Eso significa que si con los escasos recursos con los que dota la Administración a la Inspección de Trabajo se desvela que más de la mitad de las contrataciones están incumpliendo la normativa, el fraude en la contratación tendría sus días contados si se dotase a la Inspección con los medios técnicos y humanos que requiere la situación actual del mercado de trabajo.

 

Pero decía antes que en CCOO tenemos propuestas para combatir todas estas injusticias y así lo hemos planteado en el diálogo social con Gobierno y empresarios. Unas propuestas que pivotan sobre varios ejes con un común denominador: las personas; porque si ha habido dinero, y mucho, para rescatar a la banca, tiene que haberlo para rescatar a las personas y éstas tienen que situarse en el centro de las agendas políticas a todos los niveles.

 

En CCOO exigimos la puesta en marcha de un verdadero plan de empleo que dé respuesta a las casi seis millones de personas desempleadas, de las que más de un millón y medio residen en Andalucía. Para ello, entendemos que es necesario contratar a orientadores y formadores que adecuen el perfil de los demandantes a las verdaderas necesidades del mercado laboral, poner en marcha ayudas públicas orientadas a empresas y contratos de calidad que bonifiquen y subvencionen adecuadamente la contratación de personas desempleadas, y crear empleo público que además implica el mantenimiento de unos servicios públicos de calidad.

 

Si bien la puesta en marcha de ese plan es de emergencia nacional, también entendemos que mientras es una realidad, la ciudadanía no puede seguir pasando calamidad, con un índice de pobreza que ya supera el 27% en España y el 38% en Andalucía, y sin poder hacer frente a las necesidades más básicas como pagar la luz, el agua o tomar pescado y carne una vez a la semana. Por eso, entre nuestras propuestas está aumentar la ampliación de los subsidios de desempleo para las personas en paro que han agotado sus prestaciones, y poner en marcha una Renta Mínima garantizada en todo el Estado como derecho y no como algo graciable.

 

Pero nuestras propuestas y reivindicaciones no solo tienen como destinatarios a los gobiernos, también al sector empresarial, con quien esperamos alcanzar un nuevo acuerdo interconfederal de negociación colectiva sustentado en una subida de los salarios, en creación de empleo de calidad y en la garantía de la ultraactividad en los convenios colectivos.

 

A tenor de la realidad de miles y miles de hogares, es evidente que es obligado y necesario seguir reivindicando empleo decente, salarios dignos y protección social pese a los discursos positivos de los gobiernos, ilusorios diría yo, y así lo seguiremos haciendo.

 

De hecho, anunciado está, si no hay un cambio en las políticas del Gobierno central o el andaluz también opta por la vía de los recortes pese a afirmar que va a crear empleo en 2015, habrá nuevas movilizaciones, porque no se trata de hacer triquiñuelas estadísticas para que parezca lo que no es, sino de hacer políticas que de verdad lleguen a las personas en forma de salarios dignos, empleo decente, más protección social, servicios públicos de calidad que garanticen la igualdad de oportunidades y recuperación de los derechos laborales.

 

Por ahí pasan nuestras propuestas, viables, argumentadas y beneficiosas para la mayoría ciudadana por encima de intereses particulares y, como tales, las vamos a defender, en el diálogo social, pero también en las calles siempre que sea necesario.

 

Francisco Carbonero Cantador, secretario general de CCOO de Andalucía