De los 2.500 millones de pobres que hay en el mundo sólo 150 millones solicitan microcrédito y, de ellos, sólo a unos 65 millones se les conceden. Para esta población, el micro crédito es la única opción de financiación. Según los indicadores del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, los micro créditos crecen exponencialmente en los países en desarrollo y entre ellos, Perú es el país donde se fomenta más el desarrollo de esta actividad, seguido de Bolivia, Pakistan, Kenya, El Salvador, Filipinas, Colombia, Ecuador, Uganda, México y Panamá. En el caso de Perú, de sus 11 millones de pobres, 3.6 millones son clientes de microcréditos y, de ellos, el 32,7% accede al préstamo.

 

“El microcrédito – explica José Manuel Aguirre, economista y director comercial de AIS Group- fue el inicio de un concepto más amplio que hoy se conoce como micro-finanzas. Su usuario no es el típico “cliente” de las entidades financieras tradicionales y requiere un entorno de atención diferente al de ese tipo de bancos y así como unos productos específicos, pues las necesidades que presentan son también particulares”. Se trata de un entorno donde actividades como el ahorro, el pago y cobro a través de medios electrónicos, la corresponsalía no bancaria y plataformas de concesión, están todavía en vías de desarrollo y experimentarán grandes avances en los próximos años a nivel mundial.

 

“En países como México, Perú y, más recientemente, Colombia – explica Aguirre- se ve con claridad la preocupación por atender debidamente a este sector donde no son habituales los mecanismos de gestión de riesgo”. Esta circunstancia provoca que la concesión de un micro crédito se demore más allá de lo recomendable. Así, en Colombia el acceso a un micro crédito para un negocio puede demorarse más de un mes, mientras que un préstamo personal que puede destinarse a un mismo fin, se concede en días.

 

AIS colabora con diferentes entidades de micro finanzas latinoamericanas para solucionar este tipo de incongruencias entre microcréditos de empresa y préstamos personales, facilitándoles un método de evaluación y aprobación de créditos a pequeños negocios en plazos razonables. “Lo estamos haciendo para distintas entidades en México, Perú y Colombia y en los últimos dos años nuestra actividad en este sector se ha duplicado. Creemos que el futuro está en el desarrollo de instrumentos que canalicen tanto el ahorro como los medios de pago y plataformas de administración.”

 

Un caso interesante es Colombia, donde se han desarrollado una plataforma para que pequeños almacenes o negocios de proximidad administren sus compras, pagos a proveedores, cobranzas  y libretas de ahorro de sus clientes. Además, el uso del teléfono móvil como medio de pago es cada vez más solicitado en áreas remotas donde no llegan los bancos, pero sí los proveedores de Internet.

 

Según AIS, México está experimentando un fuerte crecimiento de la actividad micro-financiera y en Marruecos se da un notable apoyo del gobierno para la creación de federaciones de organizaciones que promueven, facilitan y apoyan la actividad tanto en forma directa como a través de mecanismos de garantía que abaratan el costo de financiación, como el caso de Caisse Centrale de Garantie, para la que AIS ha desarrollado las plataformas y herramientas de concesión.