En un observatorio realizado conjuntamente con la Fundación Sagardoy, BBVA Research considera que la reforma del mercado de trabajo de 2012 y las iniciativas posteriores aprobadas por el Gobierno han sido medidas necesarias que han abordado muchas de las deficiencias del mercado de trabajo. Sin embargo, las cifras de desempleo y de temporalidad de la economía española exigen que la regulación siga mejorando. En este sentido, BBVA Research apunta que una simplificación efectiva del menú de contratos y, sobre todo, una modernización del sistema indemnizatorio incentivarían la contratación indefinida.

BBVA Research explica que la estructura productiva de la economía española, caracterizada por la prevalencia de empresas de pequeño tamaño, aconseja una reducción efectiva del número de contratos a tres: contrato indefinido (que debería ser la figura contractual por defecto); temporal causal y un contrato para la formación y aprendizaje, que favorezca la transición al empleo indefinido una vez completado el proceso formativo.

 

Asimismo, señala que los criterios de elegibilidad para beneficarse de los incentivos a la contratación deberían ser sencillos y transparentes dentro del propio contrato. Además, a su juicio, sería conveniente reorientar una parte de los recursos destinados a bonificar la contratación hacia políticas que aumenten la empleabilidad de los trabajadores, especialmente de aquellos que concentren las mayores tasas de paro.

 

En el caso de los contratos de formación y aprendizaje promovidos internamente por la empresa, deberían tener carácter indefinido, mientras que los promovidos externamente podrían ser temporales, según el servicio de estudios de BBVA.

 

Modernizar el sistema indemnizatorio

BBVA Research señala igualmente que la reducción del número de modalidades contractuales debería ser complementada con una modernización del sistema de indemnización por finalización del contrato para incentivar la contratación estable. A pesar de los avances recientes en la flexibilización de la legislación de protección al empleo, España todavía se encuentra entre los países de la UE con una mayor indemnización por despido.

 

Este hecho, unido a la brecha que existe en los costes de finalización del contrato entre trabajadores indefinidos y temporales, redunda en una segmentación elevada del mercado de trabajo que perjudica a los contratados temporales, principalmente jóvenes y trabajadores con menor nivel educativo, y tiene efectos negativos sobre la productividad de las empresas españolas.

 

Para modernizar el sistema indemnizatorio, BBVA Research propone un sistema mixto, en el que una parte de la indemnización por finalización de contrato dependa de la antigüedad del trabajador en la empresa y otra, de una cuenta de ahorro individual. Esta propuesta beneficia al trabajador, no encarece los costes laborales de la empresa y reduce la incertidumbre sobre la indemnización por despido al funcionar como un seguro.

 

Los nuevos asalariados dispondrían de una cuenta de ahorro individual nutrida de aportaciones periódicas por un importe equivalente a ocho días de salario por año trabajado, con un tipo de cotización estable del 2,19% del salario bruto anual. Al tratarse de un salario diferido en un sistema de capitalización, esta aportación debe considerarse como una parte de la retribución total del trabajador.

 

Cuando la retribución estuviese limitada por el salario mínimo interprofesional (SMI), la contribución a la cuenta de ahorro individual sería realizada por la administración pública, lo que equivaldría a establecer una bonificación de 2,19 puntos a la cuota patronal a la Seguridad Social para la contratación de los trabajadores peor retribuidos.

 

El trabajador podría acceder a los recursos acumulados en su cuenta cuando la relación contractual con la empresa se extinguiese, con indepenencia del hecho que haya motivado la rescisión del contrato. Para que la empresa internalice los efectos causados por el despido de un trabajador indefinido, debería pagar una indemnización causal que complementaría a la cuenta individual y que dependería de la procedencia del despido y de la antigüedad del trabajador en la empresa.

 

BBVA Research incide en que el contrato indefinido debe tener una menor indemnización que el temporal para aumentar su atractivo y penalizar a las empresas con una rotación de personal elevada e injustificada. A cambio, los trabajadores tendrán un empleo más estable, mayores salarios y una carrera laboral con mayores posibilidades de progresar a lo largo del tiempo.