El Banco Mundial ha señalado que tras el crecimiento que bordeó el 2,6 % en 2014, las proyecciones muestran que la economía del mundo crecerá 3 % este año, 3,3 % en 2016 y 3,2 % en el año 2017, según predice su informe bianual, aunque apunta que tras esta “débil recuperación mundial” se encuentran tendencias cada vez más divergentes con “importantes implicaciones” para el crecimiento global.

En Estados Unidos y el Reino Unido, la actividad está tomando nuevo impulso a medida que el mercado laboral se sana y la política monetaria “sigue muy acomodaticia”; sin embargo, la recuperación ha sido más inestable en la zona del euro y en Japón, que heredaron el retardo de la crisis financiera. China, por su parte, está experimentando una desaceleración “cuidadosamente administrada” con un crecimiento lento aunque robusto de 7,1 % este año (7,4 % en 2014), 7 % en 2016 y 6,9 % en 2017. Y el colapso de los precios del petróleo “tendrá tanto ganadores como perdedores”.

Para la institución, “después de otro año decepcionante en 2014”, este año los países en desarrollo deberían experimentar un alza en su crecimiento gracias en parte al impulso que generan los precios del petróleo bajos, el fortalecimiento de la economía de EE.UU., tasas de interés mundiales que siguen apuntando hacia la baja y a la disminución de las contrariedades en varios mercados grandes y emergentes, señala el informe Perspectivas Económicas Mundiales (GEP).

Destaca además que los riesgos en las perspectivas “siguen inclinándose hacia la baja”, debido a cuatro factores: la persistente debilidad del comercio mundial, la posibilidad de que la volatilidad del mercado financiero en la forma de tasas de interés en las principales economías aumente en diferentes momentos, el nivel de tensión que generarán los bajos precios del petróleo en los balances de los países productores y el riesgo de un período prolongado de estancamiento o deflación en la zona del euro o en Japón.

A partir de la recuperación gradual del mercado laboral, un menor ajuste presupuestario, precios bajos de los productos básicos y costos de financiamiento aún reducido, se espera que el crecimiento conjunto en los países de ingreso alto ascienda levemente al 2,2 % este año (1,8 % en 2014) en 2015 y cerca de 2,3 % en 2016-2017.

El crecimiento en Estados Unidos debería acelerarse a 3,2 % este año (a partir de 2,4 % el año pasado) antes de moderarse a 3 % y 2,4 % en 2016 y 2017, respectivamente. En la zona del euro, la inflación “incómodamente baja” podría prolongarse, con un pronóstico para el crecimiento “de un lento 1,1 % en 2015 (0,8 % en 2014), que alcanzará un 1,6 % en 2016-2017”. En Japón, el crecimiento se elevará a 1,2 % en 2015 (0,2 % en 2014) y 1,6 % en 2016. 34526317

Las proyecciones señalan que los precios de los productos básicos permanecerán bajos en 2015. Como se analiza en un capítulo del informe, la caída “inusualmente precipitada” del precio del petróleo en el segundo semestre de 2014 “podría reducir significativamente las presiones inflacionarias y mejorar los saldos en cuenta corriente y de las arcas fiscales en los países en desarrollo importadores de petróleo”.

Entre los países grandes de ingreso medio que se beneficiarán de los precios más bajos del petróleo se encuentra India, donde se espera que el crecimiento se acelere a 6,4 % este año (a partir de 5,6 % en 2014) y alcance 7 % en 2016-2017. En Brasil, Indonesia, Sudáfrica y Turquía, la caída en los precios del petróleo ayudará a reducir la inflación y el déficit en cuenta corriente, “una causa importante de vulnerabilidad para muchos de estos países”.

Sin embargo, si se sostienen los precios bajos del petróleo, se debilitará la actividad en los países exportadores. Por ejemplo, para la economía rusa se proyecta una contracción de [2,9] % en 2015, la que podría entrar nuevamente en un terreno positivo en el año 2016, cuando se espera un crecimiento de [0,1] %.

A diferencia de los países de ingreso medio, la actividad económica en los países de ingreso bajo se fortaleció en 2014 debido al aumento en la inversión pública, la expansión significativa del sector de servicios, buenas cosechas y entradas importantes de capital. Se espera que el crecimiento en los países de ingreso bajo mantenga su solidez en 6 % entre 2015 y 2017, a pesar de que la moderación en los precios del petróleo y otros productos básicos frenará el crecimiento en los países de ingreso bajo exportadores de estos bienes.

Diferencias por regiones

La región de Asia oriental y el Pacífico continuó su ajuste gradual hacia un crecimiento más lento, pero más equilibrado. El crecimiento regional cayó a 6,9 % en 2014 como consecuencia del endurecimiento normativo y las tensiones políticas que compensan un aumento en las exportaciones en línea con la recuperación actual en algunas economías de ingreso alto. El pronóstico a mediano plazo es de un alivio adicional en el crecimiento a un 6,7 % en 2015 y un pronóstico estable de ahí en adelante, situación que refleja una desaceleración gradual en China, la que será compensada por un repunte en el resto de la región en 2016-2017.

En la zona en desarrollo de Europa y Asia Central disminuyó a 2,4 %, menos de lo que se esperaba en 2014, debido a que la recuperación intermitente en la zona del euro y el estancamiento en Rusia plantearon dificultades. Por el contrario, el crecimiento en Turquía superó las expectativas a pesar de una desaceleración de 3,1 %. Se espera que el crecimiento regional repunte a 3 % en 2015, a 3,6 % en 2016 y a 4 % en 2017, pero con una divergencia considerable.

El crecimiento en América Latina y el Caribe se desaceleró “notoriamente” al 0,8 % en 2014, pero con avances divergentes en toda la región. América del Sur “se desaceleró bruscamente” cuando factores internos, agravados por la desaceleración económica en la mayoría de los socios comerciales y la caída mundial de los precios de los productos básicos, causaron estragos en algunas de las economías más grandes de la región. Por el contrario, el crecimiento en América del Norte y Central fue sólido gracias al fortalecimiento de la actividad en Estados Unidos.

Tras años de agitación, algunas economías de Oriente Medio y Norte de África “parecen haberse estabilizado, aunque el crecimiento sigue siendo frágil y desigual”. En los países importadores de petróleo, el crecimiento se mantuvo prácticamente sin cambios en 2014, aunque la actividad en los países exportadores de petróleo se recuperó ligeramente después de contraerse en 2013. El desequilibrio externo y fiscal sigue siendo importante y se espera un repunte gradual del crecimiento a 3,5 % en 2017 (de 1,2 % en 2014).

En Asia meridional, el crecimiento se elevó aproximadamente a 5,5 % en 2014 en comparación con un bajo 4,9 % en 2013, que duró 10 años. El repunte fue impulsado por India, la mayor economía de la región, que resurgió después de dos años de crecimiento moderado.

En el año 2014, el crecimiento mejoró solo levemente en África al sur del Sahara. Se espera que se mantenga sin cambios en 2015, en 4,6 % (menos de lo esperado anteriormente), en gran parte debido a precios de los productos básicos más moderados, para luego repuntar gradualmente a 5,1 % en 2017.