Sánchez Maldonado pronuncia una conferencia sobre perspectivas para 2015, año que considera decisivo para consolidar la recuperación.

El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, ha apostado hoy en Algeciras (Cádiz) por potenciar la ubicación geográfica de Andalucía, pues es “una posición estratégica en el escenario mundial”, que comporta “una oportunidad de oro” para globalizar con éxito la economía andaluza.

Sánchez Maldonado ha pronunciado una conferencia sobre perspectivas económicas para 2015, foro organizado por la Cámara de Comercio de Campo del Gibraltar, acto en el que ha asegurado que la Comunidad “tiene los mimbres, la visión a medio y largo plazo de afianzar el crecimiento socioeconómico de Andalucía en el escenario, complejo y cambiante del siglo XXI”.

“Por el futuro de la región trabajamos, teniendo como hoja de ruta la planificación estratégica, la Agenda por el Empleo 2014-2020”, ha apuntado el consejero, para añadir que Algeciras y el Campo de Gibraltar son “pilares básicos” en la generación de empleo y valor añadido a la actividad productiva andaluza, por el peso de la industria de la Bahía, el primer polo de Andalucía y el segundo de España.

A este respecto, ha explicado que la Unión Europea apuesta por incrementar el peso de la industria hasta el 20% en los próximos cinco años, los puertos se configuran como una “variable de primer orden” en las transacciones relacionadas con los procesos industriales.

Con este escenario, se ha referido al comercio internacional como “la variable más sólida de la economía mundial”, y cuyo crecimiento en los últimos años va asociado a los registros históricos de las exportaciones andaluzas, el 60% de las cuales se realizan ya por medio marítimo.

En este tráfico de mercancías, ha señalado el consejero, el Puerto de Algeciras ocupa el liderazgo a nivel español y un “destacado protagonismo” en Europa. Además, ha añadido Sánchez Maldonado, las nuevas tendencias del comercio internacional suponen “una vía de crecimiento exponencial” a corto plazo, con los países emergentes, a los que, por cierto, beneficiará la reducción de los precios del petróleo; y, a largo plazo, con la apertura del Canal de Panamá, que intensificará y pondrá en valor nuestra posición, la mejor de la gran autopista del comercio mundial del siglo XXI.

Riesgos y oportunidades

Por lo que respecta a las previsiones para el ejercicio actual, el consejero ha considerado “decisivo” este 2015 para consolidar la recuperación económica de España y la configuración de la Andalucía que queremos construir, a medio y largo plazo.

En su opinión, “existen riesgos pero también oportunidades. Tenemos capacidades que desplegar e invertir, capacidades desarrolladas, desde que se iniciara la crisis, en el marco de una política económica similar a la que ahora impulsa la UE: simultaneando, dentro del margen de nuestras competencias, el estímulo a las políticas de crecimiento y de empleo con el mantenimiento de las políticas sociales y con el cumplimiento de los requisitos de consolidación fiscal”.

El consejero ha defendido la política desarrollada por el Gobierno andaluz durante la crisis, rechazando “la concentración exclusivamente en el crecimiento y la asunción de que sus beneficios se filtrarán automáticamente a los diferentes segmentos de la población”, pues, a su juicio, “puede debilitar ese crecimiento en el largo plazo en la medida que la desigualdad aumente”.

Sánchez Maldonado ha apostado por un crecimiento sustentado en la mejora de la productividad y de la competitividad de las empresas y de los sectores, nuevo y tradicionales, con una alta capacidad de generación de valor añadido y de competividad en los mercados exterior.

“Un crecimiento  que permita que aumenten el empleo y los salarios”, ha dicho el consejero, lo que requiere “estrategias más eficaces de desarrollo, para consolidar un crecimiento competitivo en un mundo globalizado”. Así, se ha referido a estrategias orientadas a reindustrializar la economía, aumentar la inversión público-privada, renovar el impulso a la investigación y el conocimiento, el fomento activo de la innovación, políticas estratégicas para la internacionalización, diversificar y fortalecer la estructura productiva y plantear una política energética que no lastre el crecimiento económico.

Crecimiento inteligente

Igualmente, ha subrayado que este crecimiento “ha de ser compatible con la sostenibilidad social”, es decir, un crecimiento inteligente, que implica priorizar la formación continua del capital humano, la inmersión tecnológica, la especialización productiva y la conexión entre conocimiento y empresa. Y, en la vertiente social, priorizar la inversión pública en educación, sanidad y cultura; y cualificaciones del futuro y calidad institucional, para garantizar la igualdad de oportunidades y primar el mérito y la capacidad.

“Estos son los retos que tiene por delante Andalucía”, ha precisado el consejero, quien ha alentado a las empresas, las industrias y la sociedad en su conjunto “a afianzar lo avanzado y anclar el progreso de clave de sostenibilidad y competitividad”.