BBVA ha conseguido mejorar el resultado del año anterior tras un buen cuarto trimestre, en el que se apuntó unas ganancias de 689 millones, cuando en el mismo periodo del anterior ejercicio registró números rojos de 849 millones por las minusvalías de la venta de una participación en el chino Citic y la puesta a valor de mercado del resto. Los 2.618 millones de beneficio anual suponen el 17,5% más que el resultado anunciado el año pasado. Sin embargo BBVA, como el resto de las entidades, ha modificado las cuentas de 2013 a efectos comparativo, tras la aplicación de la nueva norma sobre la clasificación de las aportaciones al fondo de garantía de depósitos (FGD).

En el año, y a pesar del efecto negativo del tipo de cambio, BBVA ha conseguido aumentar los ingresos financieros el 3,4%, pero bajan tanto las comisiones (el 1,5%) como los resultados de operaciones financieras (ROF), el 15,5%. La línea de “otros resultados”, además, resta a la cuenta 826 millones, principalmente por el ajuste por hiperinflación en Venezuela. La consecuencia es que los ingresos totales (margen bruto) se reducen el 0,2%, hasta los 21.357 millones. La comparación con la cuenta reformulada por el citado efecto contable arroja, en cambio, un alza del 0,8%.

El efecto del tipo de cambio, negativo por el lado de los ingresos, ayuda en cambio a BBVA en los costes, que bajan el 2,2%, permitiendo así la mejora de un punto porcentual de la ratio de eficiencia (lo que el banco gasta por cada euro que ingresa), que se sitúa en el 51,3%.

Las pérdidas por deterioro de activos financieros bajan el 22,3% y en el año restan a la cuenta 4.486 millones, 1.290 millones menos que el anterior ejercicio. Sin embargo, las dotaciones a provisiones se disparan el 83% por los costes de reestructuración y se sitúan en 1.155 millones. Finalmente, las dotaciones asociadas a las pérdidas generadas por el ladrillo se reducen el 33%, hasta los 701 millones.

La caída de las dotaciones ha sido posible gracias a la mejora de la morosidad. La ratio del grupo cierra el año en el 5,8%, tras bajar un punto porcentual en doce meses, gracias a la reducción de más del 10% de los activos dudosos, que se sitúan en 23.590 millones. La tasa de cobertura ha mejorado hasta el 65%, seis puntos más. En España, la morosidad del negocio bancario baja 40 puntos básicos en el año y va al 6%, mientras que la del ladrillo se mantiene prácticamente estable en el 55,4%.