DSC_0036El Director General del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), Fernando Casado, ha presentado este jueves en la Cámara de Comercio de Sevilla las previsiones de este organismo sobre el crecimiento de la economía española en los próximos años, que se enmarcan en el último documento elaborado por este organismo, ‘España 2018’.

El CEC ha hecho públicos nuevos datos, tras revisar sus conclusiones desde que se elaborara este documento, ‘España 2018’, el otoño pasado, pues la inercia cíclica para los años que vienen es superior a la contemplada hace unos meses.

Según el Consejo, el PIB español crecerá en 2015 y 2016 a tasas cercanas al 3%, igualando la velocidad de crucero de antes de la crisis. Este nuevo impulso es consecuencia de la inercia interna pero también del impacto positivo de algunos factores externos como la depreciación cambiaria, la caída prima de riesgo y el precio del petróleo.

Fernando Casado recordó que es posible la creación de 2,8 millones de puestos de trabajo en los próximos cuatro años, lo que situaría la tasa de paro en el 11,5%, 12 puntos por debajo de la actual, más alineada con los países de nuestro entorno europeo.

Para conseguirlo, el CEC propone actuaciones reformistas en ocho bloques, y cifra el impacto de cada uno de ellos en la creación de empleo. Así, considera que la mejora del marco institucional y el aumento del tamaño de las empresas contribuirán a la reducción de 4,2 puntos en la tasa de desempleo, mientras que la mejora del sistema educativo puede tener un impacto de rebaja del paro en casi un punto.

Además, incide en la búsqueda de las mejores prácticas en lo relativo a la economía del conocimiento, la sostenibilidad energética y la fluidez financiera, que aportarían una reducción de casi 2 puntos en la tasa de desempleo.

Campos de actuación  

Entre los campos de actuación propuestos, destacan la necesidad de mejora del marco institucional. Para ello, el informe concluye que es necesario un marco institucional que actúe eliminando las barreras legales (laborales y regulatorias), mejorando las condiciones financieras y fiscales a las que se enfrentan las empresas y fomentando la absorción y transferencia tecnológica, lo que permitirá impulsar la cultura del crecimiento y la innovación.  

Además, recomienda seguir apostando por la internacionalización de la empresa española e incorporación a las cadenas de valor globales, así como mejorar el nivel educativo de la población, “lo que reduciría considerablemente la brecha de bienestar con los principales países desarrollados”.

De acuerdo con el estudio del CEC, los principales retos a los que se enfrenta España en el objetivo de acelerar la economía del conocimiento son: el fomento del desarrollo científico y tecnológico y del espíritu empresarial, proyectando una marca España industrial sólida; y el impulso de una mayor inversión en I+D, clave para la generación y acumulación de conocimiento y capital tecnológico en una economía. Así, desde el Consejo Empresarial de la Competitividad se apunta que para 2018 la inversión en I+D debería alcanzar el 3% del PIB frente al 1,3% actual y que al menos 2/3 de la misma provenga de inversión privada.

El Consejo Empresarial para la Competitividad destaca en su informe que con una contribución directa del 3,1% al PIB y del 2,5% al empleo total, el sector energético es un pilar básico para el crecimiento económico y para la creación de empleo en España.

En el informe se destaca también la “posición privilegiada de la que goza nuestro país en cuanto a infraestructuras de transporte (6º a nivel mundial) para mejorar nuestro posicionamiento logístico”, y señala que .otro de los ámbitos de actuación debería ser el de la financiación, especialmente después de que España haya sido uno de los países de la eurozona donde el crédito ha experimentado un ajuste más intenso.

El CEC también cuantifica, describe y propone medidas para hacer frente al fraude laboral por su impacto sobre el empleo y, por lo tanto, en la tasa de paro. Tanto es así que el nivel de la economía sumergida en España se estima en torno al 23% del PIB, lo que equivale a aproximadamente 4 millones de empleos equivalentes, suponiendo  una tasa muy superior a la de otros países de la eurozona, como Alemania (15%), Francia (15%) u Holanda (11%).

El sexto informe del CEC explica también que, sin olvidar el esfuerzo realizado, la situación fiscal de España en relación con Europa no ha mejorado sustancialmente en los últimos doce meses; e incide en la importancia de cumplir e incluso de exceder el cumplimiento de la agenda prevista para garantizar la sostenibilidad de la deuda y evitar así que se sitúe por encima del 100% del PIB de manera sucesiva durante la próxima década.

Finalmente, y de acuerdo con el análisis de las actuaciones propuestas, el Consejo Empresarial para la Competitividad concluye su informe asegurando que reducir la tasa de paro por debajo del 12% en 2018 es posible; y que lo es gracias al efecto cíclico y estructural de la puesta en marcha de las medidas expuestas en el propio informe, y al efecto adicional que una mayor lucha contra el fraude tendría en el mercado laboral y productivo en España. En concreto, las medidas propuestas de lucha contra el fraude conseguirían reducir la tasa de paro a niveles claramente inferiores al 10%.