El uso de fertilizantes en la agricultura sobrepasará 200 millones de toneladas en 2018 debido a que la capacidad global de fabricación de esos productos irá en aumento, así como la producción de materias primas.

Así lo advirtió la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un nuevo informe sobre las tendencias mundiales de esas sustancias.

El uso excesivo de los fertilizantes lleva a la contaminación del suelo y el agua. Por otra parte, la subutilización conduce a la degradación de la tierra y la disminución de su rendimiento.

La FAO estimó que la demanda de fertilizantes que contienen nitrógeno crecerá más rápido en el África subsahariana, a un ritmo de 4,6%, frente a América del Norte, en la que se prevé un aumento anual de 0,5%.

En el caso de América Latina y el Caribe, la región dependerá de las importaciones de tres nutrientes más comunes, como el nitrógeno, el fosfato y el potasio, y se espera que el uso de fertilizantes crezca a un ritmo anual del 3,3%.

Caterina Batello, experta del organismo en el tema, ha destacado que “la primera solución es donde están implicados los productores. Hay que trabajar más con rotaciones con leguminosas y con sistemas de producción distintos. La segunda recomendación es que hay que trabajar juntos y el sector privado tiene que estar muy involucrado en desarrollar tecnologías innovadoras”.

La especialista también recomendó más investigación y estudios estadísticos sobre el impacto de los fertilizantes en los suelos ya que no se conoce mucho sobre el tema y eso interfiere en el desarrollo de políticas para el sector.