Dos expertos de Naciones Unidas han advertidos que la decisión de Guatemala de introducir un salario mínimo diferenciado para promover la industria manufacturera, no sólo va en contra de las obligaciones internacionales de derechos humanos, sino que debilita su compromiso internacional de propiciar el desarrollo sostenible.

Según la medida, el salario mínimo para los obreros manufactureros sería un 44% menor que el sueldo mínimo nacional en varios municipios del país.

En un comunicado conjunto, los relatores especiales sobre extrema pobreza, Philp Alston, y sobre el derecho a la alimentación, Hilal Elver, afirmaron que la explotación de la mano de obra no es una opción viable para propiciar el desarrollo económico y social.

Los expertos indicaron que ese salario mínimo cubre únicamente el 25% del costo de la Canasta Básica Vital que necesita una familia guatemalteca.

“Con un ingreso tan bajo, los hogares que ya se encuentran en situación de vulnerabilidad se verán en una situación precaria”, puntualizó Elver.

Guatemala se enfrenta al escrutinio internacional por una serie de denuncias de violaciones a los derechos laborales, incluidos el monto inadecuado del salario mínimo.

“En este contexto, introducir un salario aún más bajo en una industria y áreas específicas representa una media regresiva que viola las obligaciones de Guatemala conforme al derecho internacional de los derechos humanos y pone en riesgo un desarrollo social inclusivo”, señaló Alston.