El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inaugura este viernes, junto con el primer ministro francés, Manuel Valls, la interconexión España-Francia de la línea de alta tensión ‘Baixas-Santa Llogaia’.
Esta interconexión, de 65 kilómetros, se ha construido entre las localidades de Santa Llogaia (Gerona) y Baixas (cerca de Perpignan) y significará duplicar la capacidad de interconexión existente entre ambos países, hasta 2.800 MW., lo que supone un paso muy importante para acercarse al objetivo de interconexión entre España y Francia de un 10% de la capacidad instalada.
Hay que recordar que ya el Consejo Europeo de Barcelona de 2002 fijó que, en 2005, los países tenían que disponer de una interconexión eléctrica de al menos el 10% de su capacidad. El Consejo Europeo del pasado mes de octubre de 2014 se reafirmó en ese 10% y respaldó la propuesta de la Comisión del 15 % para el año 2030. En la actualidad, España dispone de una capacidad de interconexión con Francia de 1.400 MW, el 1,4% de su capacidad instalada.
Por ello, una interconexión suficiente es condición indispensable para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico español, el desarrollo y la sostenibilidad económica de las energías renovables, así como asegurar un coste de la electricidad menor para los hogares españoles y mejorar la competitividad de las empresas españolas.
Estas razones conducen a una estrategia por parte de España de un incremento sustancial de las interconexiones, como lo prueba este proyecto que se inaugura el día 20, y el intenso diálogo y negociación con Francia y las instituciones europeas. Todo esto se espera que se plasme, muy pronto, en la ejecución de nuevos proyectos con financiación público-privada, entre otros recursos, del llamado “Plan Juncker”, lo que permitirá, además, cumplir el objetivo de una interconexión del 10% con Francia, que España deje de ser una “isla” energética.
Por último, cabe destacar que ha sido la sociedad Inelfe, creada al 50 % entre las dos empresas de transporte de electricidad de alta tensión española y francesa, REE y RTE, la encargada de llevar a cabo este proyecto que ahora se presenta y en el cual, la línea va soterrada, por lo que su impacto medioambiental es prácticamente nulo.
