El IPC subió un 0,2% en febrero, lo que elevó dos décimas porcentuales la tasa interanual de inflación, hasta ‐1,1%. La tasa de inflación se ha movido al alza, como estaba previsto, aunque en menor medida, ya que la subida de los productos energéticos ha sido inferior a lo estimado. En los alimentos no elaborados, por el contrario, la inflación fue mayor de lo esperado.

El incremento del precio del barril de petróleo, unido a la depreciación del euro, ha supuesto una subida del 17% de esta materia prima en relación al escenario central de las previsiones anteriores. El escenario actual contempla un precio del barril de petróleo Brent de 58 dólares, que se mantiene estable y que se conjuga con una depreciación del euro hasta alcanzar la paridad con el dólar al final del año.

En consecuencia, las previsiones para el conjunto de este año se revisan al alza, hasta una media anual del ‐0,5% (dos décimas porcentuales más que la previsión anterior), y una tasa interanual en diciembre del 0,7%. Las previsiones para la tasa subyacente, sin embargo, se reducen una décima porcentual, hasta una media anual del 0,3%, con una interanual en diciembre del 0,5%.