Los buenos resultados empresariales de las principales compañías japonesas hacen prever un incremento salarial significativo en 2015, superando incluso la subida histórica de 2014, que fue uno de los mejores aumentos salariales.

La clave para asegurar la salida de la deflación es aumentar el consumo, ya que Japón es un país muy dependiente de su demanda interna. Con la subida salarial prevista el Gobierno japonés espera activar el consumo y generar un ciclo económico virtuoso.

La dependencia de Japón de su demanda externa, medida por el porcentaje de las exportaciones en relación al PIB, es muy moderada, algo más de 10%. Japón es el país con porcentajes más bajos de la OCDE, seguido de los Estados Unidos y muy alejados de Alemania, que ronda cerca del 50%, o de España, que sobrepasa el 30% (según  datos  de  Eurostat).