La tendencia de las variables observadas corrobora que la recuperación de la economía española se aceleró en la apertura de 2015. Según el Observatorio Económico España de BBVA Research, se estima un crecimiento trimestral del PIB en torno al 0,9%, en línea con el esperado por BBVA Research hace tres meses, que supondría una intensificación del ritmo de expansión desde el 0,7% en el cuarto trimestre de 2014.

El repunte de la actividad volvió a concurrir con una acentuación de la creación de empleo lo que, probablemente, habría dado lugar a una reducción marginal de la productividad aparente del factor trabajo. La celeridad en el crecimiento de la demanda nacional (principalmente, la privada) se prolongó durante el primer trimestre del año. Las decisiones de consumo e inversión se vieron incentivadas por las políticas fiscal y monetaria, la reducción de la factura energética y la mejora tanto del mercado laboral como de la confianza de los agentes. Además, también persisten los elementos que favorecen el gasto en el medio y largo plazo, tales como la corrección de los desequilibrios internos y algunas de las reformas estructurales llevadas a cabo.

En contrapartida, las exportaciones de bienes podrían haber experimentado un estancamiento en el primer trimestre de 2015, a pesar de la mejora de la demanda europea, de la depreciación del tipo de cambio y del abaratamiento del petróleo.

Si bien el escenario para el bienio 2015-2016 previsto por BBVA Research se mantiene relativamente sin cambios, los datos recientes sugieren que la fuerte recuperación de la demanda y del empleo es algo más robusta de lo que se pensaba a principios del año.

No se vislumbran todavía signos de agotamiento de la demanda para lo que resta del primer semestre lo que, en consecuencia, supone un sesgo moderado al alza sobre las previsiones de crecimiento económico para 2015, siendo la previsión actual de BBVA Research de un 2,7% tanto en 2015 como en 2016.

Estímulos a la demanda

El cuarto trimestre del 2014 se caracterizó por el crecimiento generalizado de la demanda doméstica privada y el agotamiento de los flujos comerciales. La información disponible sugiere que, en líneas generales, la composición del crecimiento podría haber sido similar durante la apertura del 2015.

En lo que respecta a la demanda exterior, las exportaciones totales podrían haber experimentado en el primer trimestre un crecimiento modesto o incluso un estancamiento.

Por el lado de la demanda doméstica privada, se percibe la continuidad del tono expansivo observado al cierre del 2014. El mayor soporte de las políticas fiscal y monetaria, la caída del precio del crudo y la menor incertidumbre laboral habrían favorecido su crecimiento durante los primeros compases del año.

Política fiscal

El déficit del conjunto de administraciones públicas a cierre del 2014 fue ligeramente peor de lo previsto (un -5,7% del PIB frente al -5,5% del PIB esperado por BBVA Research). El dato se situó algo más de dos décimas del PIB por encima del objetivo de estabilidad presupuestaria fijado para 2014 (-5,5%) y, según las estimaciones de BBVA Research, supone un ligero deterioro del superávit ajustado de ciclo (en torno a 0,3 pp del PIB) que, en todo caso, confirma el cambio de tono de la política fiscal.

En lo que respecta al arranque de 2015, los datos de ejecución presupuestaria de enero señalan que el déficit público (excluidas las corporaciones locales) se habría situado en torno al 0,5% del PIB, ligeramente por debajo del exhibido el año anterior.

Por su parte, el Estado registró en febrero un déficit acumulado de – 1,1% del PIB, que mejora en una décima al observado en febrero de 2014. Los ingresos fiscales siguen reponiéndose en línea con la recuperación de la actividad, aunque a ritmos inferiores a los de los meses anteriores.