34472188La adquisición de segundas residencias apenas ha variado en nuestro país durante la última década estudiada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), como refleja en su informe ‘España en cifras 2014’, que indica que de 2001 a 2011 tan sólo creció un 0,8%.

Esta tendencia se debe a distintos factores, como los gastos asociados al mantenimiento, las incertidumbres con respecto al futuro tras la crisis de la burbuja inmobiliaria, así como el aumento del deseo de movilidad. En este contexto, los propietarios que quieren conservar su segunda residencia buscan soluciones innovadoras para sacar mayor partido a su casa, como el intercambio de viviendas durante las vacaciones.

La página web HomeExchange.com dispone a día de hoy de un 21% de residencias secundarias en 150 países, frente a un 16% en 2013. En IntercambioCasas.com, versión española de la red, el 30% de las casas de nuestro país son segundas residencias.

¿Cuáles son las motivaciones de sus propietarios?

La primera motivación es la económica. La oportunidad de alojarse gratuitamente en cualquier parte del mundo o a unas horas de casa es un factor determinante. Después, viene el deseo de una inmersión cultural más enriquecedora, “un descubrimiento que se transforma en adicción para el 71% de los socios españoles”, señalan.

Además, a los dueños de una segunda residencia, que puede ser una casa en el pueblo, un chalet en la sierra o un apartamento en la playa, les preocupa el tema de la seguridad. Una casa vacía es más vulnerable y la mejor manera de evitar posibles hurtos es que esté ocupada.

El tema del mantenimiento también es importante, sobre todo cuando la finca dispone de un jardín o una piscina. Los partners o compañeros de intercambio, en contraposición a unos inquilinos que pagan para disfrutar de sus vacaciones, se prestan con gusto a realizar pequeñas tareas como regar las plantas o cuidar de las mascotas. “Es como un house-sitting recíproco, todo el mundo sale ganando”, indica Natalia Romero, dueña de un apartamento en primera línea de playa en Alicante.

Mediante esta fórmula, los miembros de IntercambioCasas.com que tienen una segunda residencia disfrutan de una gran ventaja añadida, puesto que su vivienda, desocupada parte del año, está disponible durante largos periodos y en fechas distintas. Así se favorece el intercambio no simultáneo, que consiste en “vienes a mi casa en abril e iré a la tuya en julio”. Algunos de los socios del portal también indican que les resulta más fácil intercambiar una segunda residencia, considerada como menos personal que la principal.