Deutsche Bank ha anunciado los resultados del primer trimestre de 2015, con unos beneficios netos de 559 millones de euros. Los ingresos del grupo aumentaron un 24% respecto al año anterior, hasta los 10.400 millones de euros, con gastos no financieros un 34% superiores, hasta los 8.700 millones de euros.

El beneficio bruto ascendió a 1.500 millones de euros en el primer trimestre, en comparación con los 1.700 millones del mismo periodo de 2014. Los resultados del primer trimestre de 2015 incluyen costes por litigios por valor de 1.500 millones de euros.

Jürgen Fitschen y Anshu Jain, co-CEO, han explicado que “en el primer trimestre de 2015, los ingresos casi han alcanzado niveles récord, lo que refleja la fortaleza de nuestra entidad en las cuatro áreas de negocios Core. Los beneficios se han visto impactados por unos gastos por litigios de 1.500 millones de euros, que reflejan sobre todo el acuerdo definitivo que ha alcanzado el banco con las autoridades de Estados Unidos y Reino Unido en relación con los tipos de interés interbancarios, y tasas bancarias por 561 millones de euros”.

“El IBIT de los negocios Core del banco fue de 3.500 millones de euros, el mejor resultado desde que lanzamos en 2012 la Estrategia 2015+, lo que refleja tanto la fortaleza de nuestros ingresos como nuestra disciplina a la hora de ajustar la base de costes”, añaden.

“En CB&S, los ingresos de Debt Sales & Trading han sido los mejores de los últimos ocho trimestres, y los de Equity Sales & Trading, los mejores desde 2008, gracias a un alto nivel de actividad de los clientes, la solidez de los mercados y a la normalización de la volatilidad después de mínimos históricos. Tanto PBC como GTB han superado el reto que suponían los bajos tipos de interés y han conseguido beneficios trimestrales casi récord. Deutsche AWM aumentó de forma significativa los ingresos, incrementó los beneficios brutos en un 75% en comparación con el año anterior, y atrajo 17.000 millones de dinero nuevo”.

Fitschen y Jain concluyeron que “estos resultados nos ofrecen una imagen de un Deutsche Bank que es mucho más fuerte que cuando empezó nuestro viaje en 2012. Hemos ofrecido un resultado operativo sólido a pesar de la estricta disciplina de costes y de las importantes inversiones realizadas para cumplir con la regulación. Hemos reforzado de forma significativa nuestra posición de capital. Iniciamos la siguiente fase de nuestra estrategia desde una clara posición de fortaleza”.