La incuria, cuando no la inepcia, con la que algunos políticos, periodistas o locutores de radio y televisión utilizan nuestra hermosa y asaeteada lengua no debería conducir a la indiferencia (Laisser-faire, laisser-passer: 'no oponerse, no intervenir, permitir'), ya que ello equivaldría a admitir que la contumacia en el error, no siempre inconsciente o involuntaria – debemos añadir -, puede convertir a éste en verdad irrefutable.

Una de las numerosas víctimas de esta especie de 'reduccionismo' ramplón es 'puntual' (consúltese el DRAE), reiterado ad nauseam: "El presidente de la CEOE muestra las señas de identidad sin abdicaciones temporales ni suspensiones puntuales del sistema capitalista"; "Es menester hallar soluciones puntuales para resolver el precio de los carburantes"; "Es necesario no juzgar puntualmente"; "Se produjo una acumulación puntual el primer día de tráfico"; "La vuelta al 'cole' sólo provocó atascos puntuales"; "Las fiestas primaverales sufrirán las inclemencias del tiempo con lluvias puntuales"; "El agobio será puntual"; "Se trata de casos puntuales". ¿Por qué no 'casos aislados', 'soluciones concretas', 'situaciones momentáneas', 'aspectos determinados', 'atascos ocasionales' o 'lluvias dispersas', pongamos por caso? (1)

Otro verbo objeto de confusión es 'celebrar', que se refiere a hechos o actos positivos: se celebran – se festejan – bodas, onomásticas, cumpleaños o incluso la caída de un dictador, pero organizar una serie de actos para "celebrar el décimo aniversario de la muerte del escritor X" es, como mínimo, una desconsideración manifiesta, por lo cual imaginamos que la convocatoria se refería a 'conmemorar', es decir, 'recordar juntos' la triste efeméride. Expresiones tales como "se celebró una homilía", "hoy se celebra el octavo día de huelga del servicio de recogida de basura" o "los entrenamientos (entrenos, dicen algunos) se celebran a puerta cerrada" constituyen auténticos dislates lingüísticos.

La utilización a troche y moche de locuciones latinas (poco saber es más peligroso que no saber) comporta ciertos riesgos, como lo demuestran estas informaciones, aparecidas en diarios de tirada nacional, donde se habla de "operaciones de crédito que son denegadas de isofacto", en lugar de ipso facto, es decir, 'inmediatamente, en el acto'; 'misa de corpore insepulto', – 'de cuerpo presente' -en ambas sobra 'de'; 'a grosso modo' – 'a grandes rasgos, sumariamente' – sin 'a'. En cuanto a 'presidente in pectore', referido a un presidente electo, se obvia que in pectore – 'guardado en el pecho, pensado o proyectado sin manifestarlo' – alude casi exclusivamente a la secreta intención del Papa, tal vez intuida, de promover al cardenalato a un eclesiástico, si bien hay quien la utiliza en el sentido de 'una resolución que se ha tomado y que todavía se mantiene en secreto'; en cualquier caso, no es aplicable a un cargo electo. Día sí día no, nos topamos con 'hacer algo de motu proprio'         – 'por propia voluntad o impulso' -, en donde sobra ‘de' y, además, debe pronunciarse 'proprio'. También es frecuente oír la locución 'urbi et orbi'- literalmente 'a la ciudad y al orbe' y, en un sentido más amplio, 'a los cuatro vientos, a todas partes' – bendición que otorga el Papa a sus fieles, y que suele trabucarse en 'urbi et orbe' o 'urbe et orbi'.

Para finalizar, he aquí una triste noticia publicada en la prensa local, acerca del hallazgo de un cadáver en la vía pública: "El indigente fallecido fue descubierto por un efectivo del parque central de bomberos. Según este relato, el reloj contaba poco más de las 08.30 h". A fin de aclarar el término 'efectivo', me parece pertinente acudir al Diccionario panhispánico de dudas (2) que, además de corroborar las definiciones del DRAE – que representa la norma -, hace hincapié en el uso plural del sustantivo. Y, naturalmente, donde dice contaba, debería decir 'marcaba'.

(1) Se suele hablar de propuestas o aspectos puntuales, en lugar de citar aspectos 'concretos'. Esa acepción de 'puntual' no es castellana. ("Manuel de estilo", El País). En contraste, el DPD – que recoge el lenguaje de diversos países de habla hispánica -, entiende que no hay por qué censurar su empleo, muy extendido hoy, con el sentido de 'aislado o concreto, limitado a un caso individual', criterio compartido, asimismo, por el María Moliner.

(2) De los usos sustantivos de 'efectivos' ha surgido el empleo incorrecto del singular efectivo con el sentido de 'individuo componente de un efectivo'. En estos casos deben emplearse sustantivos más concretos, como 'policía', 'soldado', 'agente', 'miembro' o 'empleado'.