El Consejo de Administración de OHL México, en una reunión extraordinaria mantenida el pasado lunes, ha acordado aceptar la renuncia voluntaria de Pablo Wallentin como directivo de la Compañía, “a fin de no entorpecer las investigaciones y/o dañar más la imagen de la compañía con motivo de la invitación a un funcionario del Estado de México”.

Según ha informado la entidad a Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha adoptado una serie de medidas “para reforzar la transparencia corporativa y dar mayor seguridad y confianza a inversionistas y público en general”.

De esta forma, ha iniciado una serie de investigaciones relacionadas con la construcción, operación y mantenimiento de las autopistas en el Estado de México, iniciando con la concesión del Viaducto Bicentenario, “a fin de asegurar que las mismas se obtuvieron con apego a la legislación aplicable y se han realizado conforme a los términos establecidos en dichas concesiones”.

Además, solicitará al Comité de Prácticas Societarias que revise el cumplimiento con el Código de Ética de la Sociedad y llevará a cabo la contratación, por parte del Comité de Auditoría, de asesores independientes a fin de que coadyuven con el mismo en la realización de las investigaciones.

Asimismo, formará un Comité de Adquisiciones que emitirá una nueva normativa de compras y la designación de un Director responsable del área de cumplimiento normativo que refuerce la transparencia de la Compañía.

Adicionalmente, el Consejo de Administración de OHL México, ha aprobado la contratación de un Director de Responsabilidad Social y Comunicación, encargado de dar seguimiento a la relación y cumplimiento de compromisos de la Compañía con sus grupos de interés, principalmente los usuarios de infraestructuras.

El pasado jueves la autoridad bursátil mexicana (CNBV) acordó la suspensión temporal de cotización de las acciones de OHL México, S.A.B. de C.V., en cuyo capital participa mayoritariamente OHL a raíz de la publicación de determinadas informaciones relativas a supuestas malas prácticas en el desarrollo de sus contratos por parte de OHL México “basadas en unas grabaciones obtenidas ilegalmente”.