La presencia de nuevas empresas en la Faja Pirítica, las nuevas operaciones mineras y la reapertura de las suspendidas vienen a confirmar que mientas haya reservas, hay mina, siempre que se tenga el permiso de la autoridad y si el precio no lo impide.

Sin título-1La realidad y potencialidad de la Faja Pirítica a los precios actuales y esperados, una acción pública proactiva y el progreso de las tecnologías relacionadas, han atraído a empresas de primera fila mundial. Son los casos de Trafigura, uno de los grandes trader mundiales, que, a través de MATSA, opera Aguas Teñidas, ha desarrollado Sotiel de nuevo, ha descubierto Magdalena e investiga en Paymogo y en mina Concepción, además de ser accionista del proyecto de Riotinto e inversor en el puerto de Huelva. First Quantum Minerals, que desarrolla proyectos de varios miles de millones de dólares en América y África, es propietaria de Cobre Las Cruces, que está invirtiendo en desarrollo tecnológico para beneficiar el mineral primario en su momento. Ya en Portugal, Lundin Mining opera Neves-Corvo (además de Agua Blanca, en Ossa Morena), y la mina de Aljustrel  está siendo explotada por la portuguesa Almina. Hay otras compañías de bastante menor dimensión y especializadas en investigación, su tarea dentro del sistema de valor que finaliza en una operación minera, que se han visto animadas por el buen trabajo de gestión del dominio minero. Por otra parte, es de sumo interés que se haya comprobado que tiene todo el sentido explorar e investigar en profundidad, como ha sido Magdalena, de forma que la profundidad de Neves-Corvo no era una singularidad. El nuevo pensamiento sobre exploración hará ir más allá de los yacimientos conocidos, en general relativamente superficiales.

Pero no sólo es atractiva por su riqueza mineral, aún a pesar de unas leyes normalmente poco elevadas y de una mineralurgia complicada en no pocos casos. El entorno político es ahora favorable a la actividad minera; el entorno legal está bien establecido y ofrece garantías para la inversión -aunque no falte algún conflicto-; las infraestructuras de comunicaciones, transporte y energía ya existen, no es necesario construirlas, al igual que las infraestructuras sociales de formación y sanidad. En otras localizaciones han de ser provistas por la compañía minera, sumando costes que aquí se ahorran. Y en cuanto al entorno físico y poblacional, qué decir que el lector no aprecie por sí mismo.

Todo esto, en su conjunto, hace que la Faja Pirítica trascienda de su enorme singularidad geológica, para ser una zona de gran interés para la minería metálica también en el siglo XXI, y será -lo es ya- el lugar de demostración de que la minería sostenible tiene sitio entre las actividades de las sociedades desarrolladas.

Estas características han atraído a un nuevo actor de rango mundial. Grupo México ha participado en el concurso para la nueva operación de Aznalcóllar, contando con un socio local con experiencia en actividades no mineras. Resultaron adjudicatarios, han aceptado la concesión y se ha puesto a disposición del proyecto, en efectivo, una suma muy elevada. La sociedad operadora se denomina Minera Los Frailes.

No pocos se han preguntado qué interés puede tener para el cuarto productor de cobre del mundo, y primero en volumen de reservas, operar un yacimiento de sólo 35 millones de toneladas; aceptar unos ingresos y beneficios poco significativos respecto a su actual cuenta de resultados; asumir y remediar unos pasivos ambientales que no ha causado; y, con toda seguridad, someterse a un escrutinio ambiental severo y permanente. La única explicación racional es que establecerse en la Faja Pirítica resulta muy interesante y que esta mina puede ser la base para otros desarrollos. Además, la Faja está en Europa y la mina muy cerca de Sevilla. Seguro que estos factores también han tenido su importancia.

 

Rafael Salgueiro

Profesor de la Universidad de Sevilla, autor del artículo